
14 FEB 11 | También en los países pobres
Además de enfermedades, al alcohol provoca violencia, accidentes y maltrato. Los problemas se están extendiendo a países como la India o Sudáfrica.
El Mundo, España
Reuters | Ginebra
El alcohol provoca casi el 4% de las muertes en todo el mundo. Es decir, unos 2,5 millones de defunciones al año. Más que el sida, la tuberculosis o la violencia, según advierte un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"El uso dañino del alcohol es un problema en todo el mundo y causa millones de muertes, incluyendo cientos de miles de vidas jóvenes. No es sólo un factor causal de muchas enfermedades sino un precursor de la violencia y las lesiones", señala en un comunicado Ala Alwan, subdirector de la división de Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental de la OMS.
El aumento de los ingresos ha llevado a beber más en países muy poblados de África y Asia, incluidas India y Sudáfrica, y el consumo excesivo de alcohol es un problema bien documentado en muchas naciones desarrolladas, según la agencia de Naciones Unidas.
Las políticas de control de la alcoholemia siguen siendo frágiles y no figuran entre las prioridades de muchos gobiernos a pesar del fuerte impacto del alcohol en la sociedad a través de los accidentes de tráfico, la violencia, las enfermedades, el maltrato infantil y el ausentismo laboral, subraya la OMS en el Informe Global sobre el Alcohol y la Salud.
Aproximadamente 2,5 millones de personas mueren cada año por causas relacionadas con la ingesta de alcohol. El consumo de alcohol "es especialmente fatal para los grupos más jóvenes y el alcohol es el principal factor de riesgo en el mundo de las muertes de varones entre 15 y 59 años", indica el informe.
En Rusia y los Estados Independientes de la Commonwealth (EIC), una de cada cinco muertes se debe al alcohol, el índice más alto. En países como Brasil, Kazajistán, México, Rusia, Sudáfrica y Ucrania el consumo excesivo de alcohol, es cada vez más prevalente. Pero, advierte la OMS, está aumentando en todas partes.
"En el mundo, alrededor del 11% de los bebedores tienen episodios fuertes con la bebida cada semana", señala el estudio. Por sexos, los hombres, que superan con creces a las mujeres en una proporción de cuatro a uno, "siempre participan en el consumo de riesgo a niveles mucho más altos que las féminas en todas las regiones".
Los ministros de Salud de los 193 estados miembros de la OMS acordaron en mayo del año pasado intentar frenar las borracheras y otras crecientes formas de consumo excesivo de alcohol a través de impuestos mayores a las bebidas alcohólicas y más restricciones de comercialización.
Enfermedad y lesiones
El alcohol está detrás de 60 tipos de enfermedades y lesiones. Su consumo se relaciona con la cirrosis hepática, la epilepsia, las intoxicaciones, los accidentes de tráfico, la violencia y varios tipos de cáncer, incluidos el colorrectal, el de mama, el de laringe y el de hígado.
"Hace seis o siete años, no teníamos evidencias claras de una relación causal entre el consumo de alcohol y el cáncer de mama. Ahora las tenemos", ha explicado a Reuters Vladimir Poznyak, responsable de la unidad de abuso de sustancias de la OMS, que coordinó el informe.
El alcohol de producción casera o ilegal -que elude los controles gubernamentales y los impuestos- supone casi el 30% del total del consumo adulto en el mundo. Y algunas de esas bebidas son tóxicas.
Según la OMS, beber moderadamente puede tener un efecto beneficioso en la enfermedad cardíaca y el accidente cerebrovascular (ACV). "Sin embargo, el benéfico efecto protector del alcohol para el corazón desaparece en los casos de ingesta excesiva", indicó la agencia.
Una de las maneras más efectivas de frenar el consumo de bebidas alcohólicas, especialmente entre los grupos más jóvenes, es elevar los impuestos, subraya el informe. Establecer límites de edad para comprar y consumir alcohol y regular los niveles de alcoholemia en los conductores también reduce el abuso si se aplican, pero pocos países emplean estas políticas.
09 SEP 10 | Publicados en el American Journal of Epidemiology
El alcohol no protege de la demencia
Tampoco se ha demostrado que el consumo moderado proteja del deterioro cognoscitivo. El consumo moderado de alcohol sí es compatible con una buena función cognoscitiva. El Proyecto ZARADEMP es un estudio de cerca de 5.000 personas mayores de 55 años en Zaragoza.
CIBERSAM
Los resultados del Proyecto ZARADEMP
El American Journal of Epidemiology publica en su último número los resultados del Proyecto ZARADEMP. En contraposición a algunos trabajos previos, esta investigación ha documentado que el riesgo de deterioro de facultades intelectivas y la demencia no disminuye entre los consumidores de cantidades moderadas de alcohol, vino principalmente. Sin embargo, el consumo moderado de alcohol es compatible con una buena función cognoscitiva, puesto que la gran mayoría de los consumidores no desarrolla deterioro intelectivo ni demencia.
Para llevarlo a cabo se han utilizado criterios de la Organización Mundial de la Salud de consumo menor de 40 gr../día en varones y 24 gr./día en mujeres. 40 gr. de alcohol equivalen a 4 vasos de vino ó 4 cervezas (2 cubatas).
Desde hace años se conoce en Medicina que el abuso de alcohol puede llevar a la demencia y los estudios de los últimos años en población general así lo confirman.
Sin embargo, un estudio realizado en Burdeos en la década de los noventa y algunos posteriores en la bibliografía internacional habían estimulado el interés de la Salud Pública al sugerir que un consumo moderado de alcohol podía prevenir el deterioro cognoscitivo y la demencia. Como no todos los trabajos anteriores eran coincidentes y se observaron además algunos problemas metodológicos, el asunto ha sido abordado con métodos mejorados en el Proyecto ZARADEMP.
El American Journal of Epidemiology, una de las principales revistas en el terreno de la Salud Pública, comunica ahora los resultados de la investigación realizada en Zaragoza. A partir de una muestra representativa de la población general de cerca de 5.000 personas mayores de 55 años entrevistadas en el estudio de base, se seleccionó a 3.888 individuos que tenían una buena función cognosticitiva (memoria, etc.) y que no padecían demencia. Los supervivientes fueron seguidos en “olas” de estudio durante un promedio de 4’5 años. Al término de este periodo, un 13’3% había desarrollado un deterioro cognoscitivo clínicamente significativo o una demencia. Entre los varones, el 45’2% bebía vino con asiduidad, 33’9% eran abstemios y el 20’9% había dejado de beber. Las proporciones respectivas en las mujeres fueron muy distintas; el 86’1% se consideraron abstemias. El resultado fundamental surge tras el análisis estadístico multivariado, después de “controlar” distintos factores potencialmente “confusores” que podrían tergiversar los resultados (edad y sexo de los individuos, enfermedades médicas o psiquiátricas, medicación que tomaban, etc.).
Se considera que el estudio ZARADEMP contiene ventajas metodológicas en relación a otros previos y los autores interpretan que hay un aspecto principal que puede explicar porqué en algunos trabajos se comunicó, a diferencia del Proyecto ZARADEMP, que el consumo moderado de alcohol es protector del deterioro cognoscitivo. Todos los estudios compararon el grupo de “bebedores” con un grupo control de “no bebedores”. Sin embargo, los trabajos previos incluían en el grupo de “no bebedores” tanto a los abstemios como a los ex-bebedores, mientras que en el Proyecto ZARADEMP se estudiaron de modo independiente estos dos subgrupos.
Se sospechaba, y el estudio de Zaragoza tiende a confirmarlo, que los ex-bebedores podían haber dejado el consumo por sentirse enfermos (el fenómeno de los “sick-quitters”) y entre estos antiguos bebedores que se sienten enfermos existía ya, con toda probabilidad, un deterioro de funciones intelectivas. Efectivamente, en el estudio de Zaragoza, si se incluye a los ex-bebedores en el grupo control, el consumo de alcohol también parece que puede actuar como protector de la demencia, pero esto supondría un artefacto de la investigación.
*Ver artículo original en pdf en idioma inglés
La autora principal del trabajo, la Dra. Elena Lobo Escolar, pertenece al Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Zaragoza y al Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud y es investigadora adscrita del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM) en el grupo del Dr. Antonio Lobo. El resto de miembros pertenecen a esos mismos organismos y al Departamento de Psiquiatría del Hospital Clínico Universitario y de la Facultad de Medicina de Zaragoza. También han contribuido al análisis de datos investigadores de la Unité Neuroepidemiologic del Institut National de la Santé et de la Reserche Médicale, París y de la Escuela de Salud Pública del Johns Hopkins University en Baltimore, EE.UU.
El Proyecto ZARADEMP
El Proyecto ZARADEMP, financiado por el Fondo de Investigación Sanitaria del Instituto de Salud Carlos III y la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología, estudia desde hace 15 años en Zaragoza el problema de las demencias, la depresión y la comorbilidad psíquica y somática o corporal en la población de mayores de 55 años.
Proyecto ZARADEMP
976 551167
El CIBER de Salud Mental
El Centro de Investigación Biomédica en Red en el área de Salud Mental, iniciativa del Ministerio de Sanidad y en la actualidad financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, es una institución que tiene como misión coordinar y potenciar la investigación de excelencia que se desarrolla en nuestro país en el área de la salud mental. El principal objetivo es mejorar el cuidado clínico y la salud mental de nuestra sociedad a través del conocimiento generado por la investigación traslacional y colaborativa en psiquiatría y neurociencias. El CIBERSAM está compuesto por 26 grupos de investigación en salud mental clínica y básica pertenecientes a 8 Comunidades Autónomas.
Los trastornos mentales en su conjunto son la principal causa de discapacidad en el mundo. Se calcula que más de 5 millones de personas en España sufrirán alguno de estos trastornos a lo largo de su vida. A pesar del sufrimiento que suponen para las personas afectadas y sus familias, la investigación en trastornos mentales no ha recibido una atención similar a la de otras disciplinas médicas. Para paliar esta situación, el 1 de enero de 2008 se crea el CIBER de Salud Mental bajo la coordinación del Instituto de Salud Carlos III.
El Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental investiga principalmente trastornos mentales como la depresión, esquizofrenia, trastorno bipolar y trastornos por ansiedad, estrés, asociados a factores somáticos, de personalidad, psiquiatría infanto-juvenil y del anciano. En los últimos años se ha producido un importante aumento en la producción científica de grupos de investigación dedicados a la Psiquiatría y áreas afines como la Neuropsicofarmacología. Aprovechando la creciente capacidad investigadora en España, los grupos que integran el CIBERSAM pretenden buscar una mayor eficiencia a través de la coordinación, para conseguir una gestión eficaz y productiva de los recursos asignados. La colaboración entre equipos clínicos y básicos busca transferir de manera rápida los resultados de la investigación a la práctica clínica. Uno de los principales objetivos del CIBER en Salud Mental es que los resultados obtenidos a través de las investigaciones colaborativas se trasladen a la sociedad, a la comunidad científica y al sector empresarial. El CIBERSAM se propone también formar a nuevos investigadores en el área de Psiquiatría y ciencias afines.
Más información:
CIBERSAM | Unidad de Comunicación
91 5570812 | comunicacion@cibersam.es
21 ENE 11 | En los estadios / Estudio pionero
Afición al deporte... y al alcohol
Los menores de 35 años, quienes más superan los límites de alcohol permitidos.
El Mundo, España
Patricia Matey | Madrid
Insultos, cánticos racistas, simbología nazi, violencia entre ultras... todo esto, desgraciadamente, forma parte de un domingo de fútbol cualquiera. Muchos fanáticos sólo necesitan sentir sus colores para convertirse en auténticas bestias, pero si además 'empinan el codo', el problema puede derivar en tragedia.
En España, está prohibido el consumo de alcohol en los estadios, pero siempre hay quien se salta los controles de seguridad con una petaca en el bolsillo o una bota de vino en la mochila. Dado que no es un secreto el consumo de alcohol en los encuentros deportivos, un equipo estadounidense ha decidido apostarse a las puertas de estadios de fútbol y pabellones de baloncesto al finalizar los partidos y realizar pruebas de alcoholemia a los seguidores.
Darin Erickson, de la Universidad de Minnesota (EEUU) y autor principal del trabajo, reconoce que "lograr que los aficionados participen en un ensayo en el que tienen que someterse a una prueba tras un partido no ha sido una tarea fácil. Logramos que 362 adultos se sometieran al test al finalizar 13 encuentros de béisbol y tres de fútbol. Se trata de un estudio preliminar, pero es el primero que mide el alcohol de los seguidores tras un evento deportivo profesional en EEUU".
Un 8%, borracho
Los hallazgos, publicados en el último 'Alcoholism: Clinical & Experimental Research', constatan que un 40% dio positivo en el test y un 8% estaba realmente borracho.
Los seguidores menores de 35 años tenían nueve veces más posibilidades de superar los límites permitidos (0,08). Asimismo se detectó que aquéllos que más alcohol habían consumido habían tomado una media de seis copas en comparación con las tres de quienes estaban en un consumo medio y con las dos de quienes dieron negativo.
"Nuestra muestra puede ser pequeña, en parte por la dificultad anteriormente mencionada, pero asumimos que representa a las personas que acuden a los eventos profesionales. Esto significa que, como media, cerca de 5.000 asistentes a la Liga Nacional Fútbol abandonarían el encuentro con niveles de alcohol por encima de las tasas permitidas para conducir y estos son muchos individudos que pueden verse involucrados en accidentes de coches, vandalismo y otros incidentes", recuerdan los investigadores.
Futuros estudios
Erickson reconoce a ELMUNDO.es que considerando "la temporada completa de los cuatro principales deportes profesionales en los EEUU (fútbol, béisbol baloncesto y hockey), las cifras de personas intoxicadas por el alcohol pueden ser demasiado elevadas". Aunque en el futuro habrá que seguir indagando en las caracterísicas de los aficionados con mayores niveles de alcoholemia (en función de su edad, día de la semana del partido...).
Los autores reconocen que su trabajo tiene algunas limitaciones. "No fuimos capaces de evaluar los niveles de alcoholemia de los individuos menores de 21 años, por motivos legales. Es posible que sean distintas a las de otros grupos de edad", detallan. Pese a todo, "creemos que los elevados niveles encontrados en un porcentaje importante de los asistentes pueden ser una de las razones de los problemas que se producen antes y después de los eventos deportivos".
El investigador defiende la necesidad de "realizar cambios en las políticas de los estadios (poner límites a las bebidas alcohólicas o no vender a los que estén ebrios)". Adelanta, además, que llevarán a cabo más estudios "en los que incluyamos otros deportes y trataremos las posibles consecuencias negativas del consummo de alcohol, como accidentes automovilísticos o visitas a urgencias".
25 ENE 11 | "Journal of the American College of Cardiology"
Consumo excesivo de alcohol eleva riesgo de Fibrilación Auricular
"No sólo el exceso de alcohol episódico sino el habitual está relacionado con un mayor riesgo de FA"
Medlineplus
NUEVA YORK (Reuters) - Las personas que beben alcohol regularmente, especialmente los grandes consumidores, serían más propensas que los abstemios a padecer fibrilación atrial, según indicó una revisión de estudios.
En un análisis de 14 investigaciones, el equipo dirigido por Satoru Kodama, del Instituto de Medicina Clínica de la Universidad de Tsukuba en Japón, halló que los mayores bebedores eran más proclives a ser diagnosticados con la condición que las personas que consumían muy poco o nada de alcohol.
Aunque la definición de "gran bebedor" variaba, implicó que al menos se consumían dos o más copas por día en el caso de los hombres y una o más en el de las mujeres. En algunos estudios, los grandes bebedores tomaban al menos seis copas diarias.
Mientras que los médicos saben desde hace mucho que el consumo excesivo de alcohol puede disparar un episodio de fibrilación atrial (FA), los resultados -publicados en Journal of the American College of Cardiology- sugieren que los hábitos diarios de ingesta de bebidas alcohólicas también importan.
"Lo que revelamos en el presente (estudio) es que no sólo el exceso de alcohol episódico sino el habitual está relacionado con un mayor riesgo de FA", dijo a Reuters Health Hirohito Sone, colega de Kodama.
La fibrilación atrial es la arritmia cardíaca más común y no es letal en sí misma, aunque los pacientes que la padecen corren mucho más riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV). También puede provocar palpitaciones, desvanecimientos, dolor de pecho o insuficiencia cardíaca congestiva.
Cuando se combinaron todos los resultados de los estudios, los grandes bebedores de alcohol resultaron un 51 por ciento más propensos a padecer fibrilación atrial, comparado con los abstemios o los bebedores ocasionales de alcohol.
En general, el riesgo aumentó un 8 por ciento por cada incremento de 10 gramos en la ingesta alcohólica diaria de los participantes.
Más de 2,6 millones de ciudadanos estadounidenses padecerán fibrilación atrial este año, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. La condición se vuelve más común con la edad y otros factores de riesgo son la hipertensión, la diabetes y la obesidad.
Dado que la enfermedad arterial coronaria es una causa mucho más común de muerte que la fibrilación atrial, Sone indicó que el consumo moderado de alcohol -hasta una o dos copas por día- probablemente es aun un hábito saludable para el corazón de la mayoría de las personas.
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