Claves para evitar accidentes en el agua

Noticias de Ciencia/Salud: Domingo 13 de diciembre de 2009 Publicado en edición impresa
Para disfrutar sin riesgo de las piletas y los deportes acuáticos
Pediatras elaboraron un documento para prevenir el ahogamiento, que es la segunda causa de muerte en menores de 15 años
Fabiola Czubaj
LA NACION
El calor ya invita a zambullirse en la pileta o a preparar el kayak o la moto acuática para disfrutar del río o del mar. Por eso es muy oportuno tomar algunas precauciones con los chicos y los adolescentes para evitar los accidentes.
Pero ¿cuál es el mejor chaleco salvavidas? ¿Hay que usar casco para andar en moto de agua? ¿Sirve la matronatación para aprender a nadar? ¿Cuándo se considera segura una pileta? ¿Conviene zambullirse en un espejo de agua? ¿Cuándo es seguro llevar un bebe a bordo?
Las respuestas, elaboradas por un grupo de pediatras especializados en prevención de accidentes, ayudan a evitar el ahogamiento, la segunda causa de muerte en los menores de 15 años. "La «noción del peligro», que es un conjunto de percepciones y aprendizajes que resguardan la integridad física, se adquiere a alrededor de los 4 años", precisan los autores del Consenso Nacional de Prevención del Ahogamiento de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).
Esa es la mejor edad para empezar con las clases de natación, que suelen ser más efectivas cuando están a cargo de un profesor y no de un familiar. El contacto previo con el agua, como ocurre con la matronatación, "sirve para que el chico tome confianza con el agua y que aprenda a disfrutar y a respetar el agua, pero no para que aprenda a nadar ni a mantenerse a flote; además, puede generar en los padres una falsa sensación de seguridad. Con la primera bocanada de agua que traga un chico, ya no puede gritar ni pedir ayuda", explicó el doctor Carlos Nasta, presidente de la Subcomisión de Prevención de Accidentes de la SAP y redactor del documento.
Junto con él, 38 pediatras revisaron todas las normas nacionales e internacionales para prevenir los factores de riesgo asociados con las actividades en el agua de chicos y de adolescentes. El trabajo reveló una gran desorganización de esas normas. "Existe una gran desinformación y una gran dispersión de la información, que también es ambigua, contradictoria o deformada. Esto es apenas un puntapié fundacional a un documento serio y ordenado."
El chaleco, incluido para los menores de 4 años, se debe comprar según el peso y no la edad de los chicos. Debe mantenerlos a flote, con la cabeza fuera del agua; tener una abertura en el frente, con tres broches de seguridad como mínimo y una correa no extensible, que una la parte delantera y trasera por la ingle con un broche.
Los expertos desaconsejan el uso de brazaletes inflables, colchonetas, cámaras de automóvil o los salvavidas anulares clásicos de las embarcaciones porque "no ofrecen ninguna garantía", ni siquiera en una pileta segura.
En los arroyos, los ríos, las lagunas o el mar, la turbidez, los pozos de agua y la contracorriente actúan como "trampas" para los chicos, ya que facilitan el desplazamiento del cuerpo al sumergirse e impiden reconocer rápidamente signos de agotamiento. Para ingresar en un espejo de aguas oscuras, recién a partir de los 8 o 10 años, un chico debe hacerlo caminado lentamente y de la mano de un adulto. La primera inmersión es conveniente hacerla con zapatillas livianas para evitar lesiones.

Edades adecuadas para navegar
El consenso recomienda no llevar a pequeños de hasta 2 años a bordo de embarcaciones de remo (kayaks, canoas, piraguas o botes), con motor fuera de borda (gomones, motos de agua o lanchas pescadoras) o con velas. A partir de los 2 años, pueden hacerlo, pero con chaleco y junto con un adulto que sepa nadar.
El uso del optimist está permitido a partir de los 8 años, con vigilancia; el kayak y la piragua, desde los 10 años con curso de entrenamiento y chaleco; las motos de agua, a partir de los 16 años, a baja velocidad y con el chaleco puesto. "El uso del casco es polémico -se lee en el documento, que se puede conseguir en la SAP-. Sus ventajas ante un vuelco en el agua son obvias. Su desventaja sería la sofocación por la correa de seguridad y el ahogamiento al llenarse de agua."
Siempre, los expertos recomiendan que el responsable de supervisar las actividades en el agua no se distraiga, tenga visión directa de los chicos y conozca las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), que evitan la muerte inminente.

CHICOS ROCIADOS CON PESTICIDAS TRABAJAN COMO BANDERAS HUMANAS.

Quien sabe que se comete un crimen y no lo denuncia es un cómplice

José Martí

El 'mosquito' es una máquina que vuela bajo y 'riega' una nube de plaguicida.

'A veces me agarra dolor de cabeza en el medio del campo. Yo siempre llevo remera con cuello alto para taparme la cara y la cabeza'.
Gentileza de Arturo Avellaneda arturavellaneda@ msn.com


LOS NIÑOS FUMIGADOS DE LA SOJA

Argentina / Norte de la provincia de Santa Fe

Diario La Capital

Las Petacas, Santa Fe, 29 septiembre 2006

El viejo territorio de La Forestal, la empresa inglesa que arrasó con el quebracho colorado, embolsó millones de libras esterlinas en ganancias, convirtió bosques en desiertos, abandonó decenas de pueblos en el agujero negro de la desocupación y gozó de la complicidad de administraciones nacionales, provinciales y regionales durante más de ochenta años.
Las Petacas se llama el exacto escenario del segundo estado argentino donde los pibes son usados como señales para fumigar.
Chicos que serán rociados con herbicidas y pesticidas mientras trabajan como postes, como banderas humanas y luego serán reemplazados por otros.
'Primero se comienza a fumigar en las esquinas, lo que se llama 'esquinero'.
Después, hay que contar 24 pasos hacia un costado desde el último lugar donde pasó el 'mosquito', desde el punto del medio de la máquina y pararse allí', dice uno de los pibes entre los catorce y dieciséis años de edad.
El 'mosquito' es una máquina que vuela bajo y 'riega' una nube de plaguicida.
Para que el conductor sepa dónde tiene que fumigar, los productores agropecuarios de la zona encontraron una solución económica: chicos de menos de 16 años, se paran con una bandera en el sitio a fumigar..
Los rocían con 'Randap' y a veces '2-4 D' (herbicidas usados sobre todo para cultivar soja). También tiran insecticidas y mata yuyos.
Tienen un olor fuertísimo.

'A veces también ayudamos a cargar el tanque. Cuando hay viento en contra nos da la nube y nos moja toda la cara', describe el niño señal, el pibe que será contaminado, el número que apenas alguien tendrá en cuenta para un módico presupuesto de inversiones en el norte santafesino.
No hay protección de ningún tipo.
Y cuando señalan el campo para que pase el mosquito cobran entre veinte y veinticinco centavos la hectárea y cincuenta centavos cuando el plaguicida se esparce desde un tractor que 'va más lerdo', dice uno de los chicos.
'Con el 'mosquito' hacen 100 o 150 hectáreas por día. Se trabaja con dos banderilleros, uno para la ida y otro para la vuelta. Trabajamos desde que sale el sol hasta la nochecita. A veces nos dan de comer ahí y otras nos traen a casa, depende del productor', agregan los entrevistados.
Uno de los chicos dice que sabe que esos líquidos le puede hacer mal: 'Que tengamos cáncer', ejemplifica. 'Hace tres o cuatro años que trabajamos en esto. En los tiempos de calor hay que aguantárselo al rayo del sol y encima el olor de ese líquido te revienta la cabeza.
A veces me agarra dolor de cabeza en el medio del campo. Yo siempre llevo remera con cuello alto para taparme la cara y la cabeza', dicen las voces de los pibes envenenados.
-Nos buscan dos productores.
Cada uno tiene su gente, pero algunos no porque usan banderillero satelital.
Hacemos un descanso al mediodía y caminamos 200 hectáreas por día.
No nos cansamos mucho porque estamos acostumbrados.
A mí me dolía la cabeza y temblaba todo. Fui al médico y me dijo que era por el trabajo que hacía, que estaba enfermo por eso', remarcan los niños.
El padre de los pibes ya no puede acompañar a sus hijos. No soporta más las hinchazones del estómago, contó. 'No tenemos otra opción. Necesitamos hacer cualquier trabajo', dice el papá cuando intenta explicar por qué sus hijos se exponen a semejante asesinato en etapas.
La Agrupación de Vecinos Autoconvocados de Las Petacas y la Fundación para la Defensa del Ambiente habían emplazado al presidente comunal Miguel Ángel Battistelli para que elabore un programa de erradicación de actividades contaminantes relacionadas con las explotaciones agropecuarias y el uso de agroquímicos.
No hubo avances.
Los pibes siguen de banderas.
Es en Las Petacas, norte profundo santafesino, donde todavía siguen vivas las garras de los continuadores de La Forestal.
Fuente: Diario La Capital, Rosario, Argentina

sábado, 20 de febrero de 2010

Adicciones en la escuela

Noticias de Cultura:
Miércoles 10 de febrero de 2010 | Publicado en edición impresa La Nación

SALTA.- Las adicciones al juego, al alcohol, a las drogas y al tabaco, sumadas a las atracciones de Internet y de la TV exigen una respuesta de la escuela, se advirtió ayer en el 47° Curso de Rectores del Consejo Superior de Educación Católica (Consudec). El organismo, que depende de la Iglesia y reúne hasta el viernes en un congreso a 2000 docentes y directivos de colegios de todo el país, hizo suyo el documento de la Pastoral de Adicciones del Episcopado, anticipó a LA NACION la vicepresidenta, Angela Varela.
Al exponer lineamientos para la prevención de las adicciones desde la educación, el padre Fernando Cervera destacó que muchas conductas surgen para cubrir algún vacío interior y "es allí adonde hay que dirigir la labor pedagógica".
Hoy inaugurarán oficialmente la reunión el ministro de Educación, Alberto Sileoni, y el arzobispo de La Plata y presidente de la Comisión de Educación del Episcopado, monseñor Héctor Aguer.

No estudian ni trabajan 900.000 chicos

Casaretto y Aguer formularon un severo diagnóstico por la deserción; el Gobierno comparte la preocupación, pero rebatió las cifras
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Jueves 11 de febrero de 2010 | Publicado en edición impresa
Carlos Pastrana
Para LA NACION
SALTA.- La Iglesia afirmó que el país debe "ocuparse de los 900.000 jóvenes de todo el país que no estudian ni trabajan", al advertir sobre la crisis educativa que afecta principalmente a la escuela secundaria.
La cifra es el 17% de los 5,2 millones de chicos de 13 a 19 años que están hoy fuera de la escuela y fue dada a conocer por el obispo de San Isidro y presidente de la Comisión de Pastoral Social, monseñor Jorge Casaretto, en el 47° Curso de Rectores del Consejo Superior de Educación Católica (Consudec), ante más de 1500 docentes y directivos de todo el país.
En diálogo con LA NACION, el ministro de Educación, Alberto Sileoni, que participó de la inauguración del encuentro, negó que lleguen a 900.000 los chicos que están fuera del secundario -donde hoy estudian 3,7 millones de alumnos-, aunque aclaró que compartía la preocupación y el diagnóstico de la Iglesia.
"Nos hallamos ante una profunda emergencia educativa, que en caso de no revertirse con inteligencia y celeridad gravitará negativamente en el porvenir de las jóvenes generaciones", advirtió, en tanto, el arzobispo de La Plata y presidente de la Comisión de Educación Católica del Episcopado, monseñor Héctor Aguer.
Casaretto reclamó acciones urgentes a todos los sectores de la sociedad, incluida la propia Iglesia, y dijo que la educación es una herramienta vital para lograr la inclusión social y "debe ser una cuestión de Estado en el que primen el diálogo y los consensos".
Al fijar como horizonte la meta de un Bicentenario en justicia y solidaridad, incluyó en su exhortación a los gremios, que "defienden sus legítimos derechos, pero están afectando la formación de los más pobres y consecuentemente fomentan la exclusión", en relación con los efectos que producen los paros docentes.
Casaretto pidió que el secundario garantice una salida laboral y favorezca la relación con los empresarios, además de facilitar la reinserción de los alumnos que dejaron el sistema.
Epopeya educativa
El padre Alberto Bustamante, presidente del Consudec, advirtió, además, que en el conurbano bonaerense hay unos 800.000 chicos, de 8 a 17 años, que no van a la escuela, por lo que convocó a una "epopeya educativa". La cifra fue desestimada por las autoridades educativas bonaerenses.
El arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, sostuvo que se debe tender a una libertad responsable y con solidaridad sostenida, y monseñor Aguer señaló la necesidad de una política educativa eclesial que supere "el relativo aislamiento de las universidades". Se pronunció por la libertad de la enseñanza y advirtió sobre proyectos oficiales que "hacen temer una posible tentación autoritaria" con mucha concentración unitaria e injerencia en los institutos de formación docente.
Aguer afirmó que muchos documentos oficiales sobre la organización de la nueva escuela secundaria y, particularmente, de la educación cívica ponen el acento en los derechos y no en el correlato de la responsabilidad de los deberes ciudadanos, además de criticar los planes de educación sexual, que no atienden la realidad integral de la persona humana.
Sileoni dijo que el abandono escolar es un problema en todo el mundo (ver aparte) y reseñó varias acciones cumplidas, como haber llevado la inversión educativa en todo el país al 6% del PBI y establecer la obligatoriedad del secundario. Expresó que coincide con la Iglesia en varios temas, como la importancia del rol de la familia en la educación, aunque aclaró que el Estado debe "atender como cuestiones básicas los problemas del embarazo temprano, las enfermedades de transmisión sexual y el abuso infantil".
En su discurso, el gobernador Juan Manuel Urtubey se pronunció por una educación en libertad, tomando en cuenta todas las dimensiones de la persona humana.
ADOLESCENTES 5.200.000
chicos de 13 a 19 años
• Es el número de personas comprendidas en esa franja de edad, según estimaciones oficiales.
900.000
no estudian ni trabajan
• El presidente de la Comisión de Pastoral Social, monseñor Jorge Casaretto, se basó en estadísticas de la Cepal y la OEI.
550.000
fuera de la escuela
• Es la cantidad de chicos que no están escolarizados en el secundario, según las estadísticas del ministro de Educación, Alberto Sileoni.
1.300.000
en las puertas del fracaso
• Este cálculo comprende a los chicos de 13 a 17 años que no van a la escuela y a los que van pero están rezagados (concurren a cursos inferiores a los que les corresponden por la edad).
Abandono silencioso de las aulas
Mariano De Vedia
LA NACION
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Jueves 11 de febrero de 2010 | Publicado en
Casi un millón de adolescentes están de vacaciones y lo seguirán estando cuando comiencen las clases, dentro de veinte días. No estudian ni trabajan, nadie les toma lista ni los controla y tal vez no sepan que integran el triste lote de jóvenes que tienen hipotecado su futuro.
Se trata de una estadística silenciosa y anónima, que cobra vida por el nuevo cortocircuito registrado entre la Iglesia y el Gobierno, en torno de la cantidad de personas rezagadas y consumidas por la crisis social.
Como ocurrió hace un año, con el debate sobre la pobreza, los obispos alertaron sobre una realidad extendida, a la que los gobiernos -nacional y provinciales- suelen prestarle poca atención.
Ante el inminente comienzo de clases, las principales energías de las autoridades están volcadas a alcanzar acuerdos salariales con los gremios docentes, que permitan iniciar el ciclo lectivo con normalidad. No se conocen aún estrategias efectivas para atender el problema de la exclusión en el secundario, que mucho tiene que ver con el mapa social: en los sectores medios y alto, la deserción escolar es del 6%, mientras que en las escalas más pobres, abandona el 30% de los alumnos.
Los datos del barómetro
Si bien la Iglesia se basó esta vez en datos surgidos de estudios de la Cepal y de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), el informe del Barómetro de la Deuda Social que desde hace tres años viene presentando la Universidad Católica Argentina arroja datos complementarios.
Señala, por ejemplo, que el 35% de los adolescentes de 13 a 17 años están en situación de déficit educativo: no asisten al colegio o están rezagados y cursan años inferiores a los que corresponden por su edad. Son 1.300.000 chicos (sobre un total de 3.700.000 de chicos en esa franja de edad) y el valor de la estadística es que advierte sobre los potenciales candidatos a la deserción, ya que la repitencia, como se sabe, es el antecedente inmediato de la deserción.
El déficit educativo (un indicador formado por los que no asisten a la escuela y los que repiten) es devastador en los últimos tramos del secundario. Entre séptimo grado y segundo año, asciende al 20% en las escuelas del país. Pero entre tercero y quinto es del 41%, formando una población de 950.000 adolescentes con una alta propensión a no terminar el colegio. Esos promedios esconden realidades más lacerantes, ya que el índice trepa al 65% en el quinto formado por el 25% de las familias más pobres.
Según advierte Ianina Tuñón, directora del último estudio del Barómetro de la Deuda Social, la continuidad de los informes permite constatar la tendencia en el universo estudiado. Y, así, advierte que en los últimos tres años "no se perciben cambios" que permitan vislumbrar mejoras en el área educativa.
Si bien el propio Sileoni y varios especialistas admiten que el problema de la deserción escolar es serio, es poco lo que se ha avanzado. No hay en las escuelas personal encargado específicamente de advertir en forma temprana, cuando comienzan a reiterarse las inasistencias, los casos de alumnos con riesgo de abandonar la escuela. Y más allá del dato estadístico de la deserción, lo preocupante es que la mayoría de los que abandonan se alejan en forma silenciosa, empujados por una sucesión de fracasos que le impiden encontrarle sentido a su futuro.

Se hacen pis en la cama un millón de chicos


Dado que ningún tratamiento disponible para la enuresis nocturna es 100% efectivo, las recaídas durante la remisión de ese síntoma son normales.

"No son nada graves. Lo más importante es estudiar el motivo y tratar de resolverlo", aseguró a LA NACION la psicóloga Edith Vega, coordinadora de dos estudios sobre enuresis publicados en la revista Archivos Argentinos de Pediatría , de la SAP y coordinadora de actividades docentes de la Fundación Aiglé, una ONG que se dedica a la formación profesional ( www.aigle.org.ar ).

Allí, los investigadores demostraron la efectividad de un programa desarrollado hace tres décadas para entrenar a psicólogos y psiquiatras argentinos y extranjeros en el tratamiento de la micción nocturna involuntaria. El programa Enucip, con el que ya se atendieron mil chicos en el país y se aplicó por primera vez en la ex Casa Cuna, es grupal y dura entre 3 y 5 meses. Los chicos asisten una vez por semana y los padres, una vez por mes.

"Que sea en grupo les ayuda a los chicos a darse cuenta de que no son los únicos que se hacen pis en la cama, lo que generalmente viven con mucha vergüenza y frustración; además, eso permite trabajar la motivación", agregó Vega.

En dos pasos
Según la licenciada Patricia Pagés, que comenzó a aplicarlo en Salta hace 27 años, consta de dos pasos y en ninguna se utilizan fármacos. Todos los chicos llegan después de haber consultado al pediatra.

"Se les hace una evaluación inicial para conocer si reúnen los requisitos necesarios, o sea, mojar la cama por lo menos 2 o 3 noches por semana; que los chicos (no los padres) quieran resolver el problema; por eso, el programa se aplica recién entre los 6 o 7 años de edad, y que la enuresis no esté asociada con otra disfunción", explicó.

Los chicos reciben una planilla, que deben completar en casa con la frecuencia con que se hacen pis a la noche. El 11%, según dijo Vega, resuelve el problema al mes. Si no, se pasa al tratamiento de alarma, que consiste en el uso de un reloj, que se prende en la ropa interior y activa una alarma cuando la vejiga está llena y comienza la micción.

"El chico aprende a asociar ese sonido con el momento en que se tiene que despertar", señaló Pagés.

La hipótesis con que se trabaja en el programa es que existe algún problema asociado con el aprendizaje de la sensación corporal de querer hacer pis a la noche. En esta fase del programa, los chicos tienen que registrar en una planilla cuándo suena la alarma y cuándo no.

"Según el estudio sobre chicos enuréticos realizado en la Universidad de Tokio, su nivel de sueño es de difícil acceso a la conciencia. En los casos más graves, los investigadores observaron que el impulso para despertar que llegaba de la vejiga al cerebro no alcanzaba la corteza cerebral, lo que hace que no se produzca ni el despertar ni la inhibición de la micción", comentó Vega.

Los dos estudios publicados en la revista de la SAP demostraron que el 83% puede resolver el problema con sólo completar una planilla, como también lo recomienda durante tres noches el doctor Eduardo Ruiz en el Hospital Italiano, o con usar durante unos meses un reloj alarma. En el 17% restante de los casos, lo aconsejable es indagar clínicamente la existencia de algún otro problema.

Pero 3 de cada 10 de los que se recuperan, sufren una recaída y vuelven a usar el reloj durante 15 o 20 días. De ese grupo, el 10% recae. "Pero nunca al nivel inicial, sino con menos frecuencia. Esto nos demuestra que hay que respetar el ritmo de cada chico para resolver el problema", finalizó la experta.

Fabiola Czubaj

Adolescentes sin futuro

Noticias de Opinión:
Martes 16 de febrero de 2010 | Publicado en edición impresa La Nación
El drama de la deserción escolar está alcanzando en la Argentina niveles verdaderamente dramáticos. Según el obispo de San Isidro y presidente de la Comisión de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal, monseñor Jorge Casaretto, hay actualmente en el país 900.000 adolescentes que no estudian ni trabajan. Ello significa que el 17 por ciento de los chicos y jóvenes que hoy tienen entre 13 y 19 años no están recibiendo en este momento los elementos mínimos necesarios para afrontar las exigencias que razonablemente habrá de plantearles la vida en un tiempo cercano. Dicho de otro modo, centenares de miles de jóvenes argentinos están hoy -probablemente sin advertirlo- hipotecando su futuro personal.
El inquietante anuncio fue formulado por el obispo en Salta durante el 47° Curso de Rectores del Consejo Superior de Educación Católica (Consudec), frente a una audiencia que incluía más de 1500 docentes y dirigentes del sistema escolar público y privado.
Las autoridades del Consudec, por su parte, advirtieron que en el conurbano bonaerense 800.000 niños y adolescentes de entre 8 y 17 años no concurren habitualmente a la escuela ni reciben ninguna clase de instrucción. Ante esa realidad, la institución considera que es imprescindible convocar a toda la sociedad a emprender una auténtica "epopeya educativa".
Las advertencias formuladas revisten una gravedad inocultable. El Gobierno y la sociedad en su conjunto deben movilizarse sin demora para tratar de hacer frente a una realidad que amenaza con agravar en la Argentina el drama de la exclusión social hasta llevarlo a límites que escapen a todo control. Por provenir de fuentes de probada e incuestionable confiabilidad, como son las que invoca habitualmente la Iglesia, el llamado de monseñor Casaretto y de los demás informantes reunidos en el Curso de Rectores de Consudec debe ser recibido como un diagnóstico que ensombrece hasta lo intolerable el futuro de la Nación.
Una vez más, fuentes oficiales -como era de prever- pretendieron restarle gravedad al anuncio e hicieron circular cifras algo menores en lo que concierne a los efectos de la deserción escolar. El ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, estimó que el número de niños y adolescentes que están fuera del sistema educativo no es de 900.000, sino de 550.000. Más allá de esa discrepancia numérica, que no niega ni desconoce la gravedad del problema, sino que apenas procura disimularlo cuantitativamente, corresponde preguntarse si el sistema educativo cuenta hoy con los elementos técnicos adecuados para prevenir a tiempo los casos de aquellos alumnos que están en riesgo de abandonar la escuela, sea por sus reiteradas inasistencias, sea por los problemas con que notoriamente tropiezan en su relación con el medio escolar.
En la actualidad, el sistema carece de esos elementos o existen factores que conspiran contra su correcta instrumentación. Eso, sin desconocer, por supuesto, que las causas últimas del problema deben buscarse en los datos de un contexto social cada vez más decadente y desfavorable para los sectores castigados por la exclusión.
Las advertencias formuladas en Salta se basan en fuentes de incuestionable seriedad, pues se han utilizado datos e informaciones provenientes de la Cepal y de la Organización de los Estados Americanos (OEA), así como indicadores del Barómetro de la Deuda Social, que seriamente, desde hace varios años, presenta la Universidad Católica Argentina en relación con la evolución de los aspectos más significativos de nuestra realidad social y cultural.
En el año en que los argentinos nos disponemos a celebrar el Bicentenario, duele comprobar que la educación -uno de los soportes fundamentales del admirable desarrollo alcanzado por el país en 1910- esté hoy marcada por una declinación difícil de revertir. LA NACION debe concentrar todos sus esfuerzos en una revitalización del sistema escolar y de las condiciones sociales y estratégicas que posibiliten el retorno a las aulas de quienes, forzados por circunstancias que, sin duda, los sobrepasan y atrapados por la marginación y el desaliento, han dejado de luchar por su propio futuro y por su propia capacidad de crecimiento espiritual y cultural.

jueves, 18 de febrero de 2010

Permiten pasar de año con 3 materias previas

Habrá más exigencias para esos alumnos
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Jueves 18 de febrero de 2010 | Publicado en edición impresa
CORDOBA (De nuestro corresponsal).- "Apostamos a la inclusión, a garantizar que el alumno inicie y egrese de la escuela", expresó la secretaria de Educación provincial, Delia Provinciali, al justificar la decisión de las autoridades educativas de permitir a los alumnos secundarios pasar a un curso superior con tres materias previas en lugar de dos, como fue históricamente.
La funcionaria explicó que se trata de una opción que tendrán ahora los alumnos que adeuden hasta tres materias de pasar de año, pero con ciertas exigencias. Deberán presentarse a rendir por lo menos una de esas tres materias en el turno de exámenes de febrero-marzo, aunque no la aprueben. Luego, tendrán el compromiso de ajustarse a un plan de trabajo con la materia que elijan, entre las tres previas, para desarrollarlo a lo largo del año con el profesor de esa asignatura.
Provinciali añadió que los alumnos tendrán la obligación de presentar dos trabajos prácticos en cada trimestre y, de ser aprobados, accederán al coloquio de fin de año para saldar definitivamente la materia. De no lograrlo, estarán obligados a rendir toda la materia ante un tribunal en el turno febrero-marzo del año siguiente.
Si bien Provinciali no precisó cuál será la cantidad de estudiantes que a partir de este año pasarán de curso con tres previas, fuentes de la cartera educativa indicaron que al finalizar el ciclo pasado había más de 42.000 chicos en esa situación. La cifra final dependerá del resultado de los exámenes que rendirán en los próximos días.
La funcionaria negó que esta medida tenga por finalidad disimular las falencias del sistema educativo. Aclaró que con esa resolución "se le brinda una oportunidad al alumno para que avance en sus estudios, pero con mayor exigencia". Insistió en el objetivo final de luchar contra la deserción porque manifestó que al respecto "existen datos preocupantes".

Comentarios con los que acuerdo:

 Coincido totalmente con las notas anteriores,esto es PROGRESS,es un invento demagogico en el cual lo unico que interesa es quedar bien con el mal alumno y de esa forma se nivela para abajo,el que estudia se desmoraliza al ver que su esfuerzo no hacia falta ya que su compañero picaro es recompensado por no haber estudiado,El mundo al reves,lo mismo para todo, no importa que sea malo,se arregla con un subsidio estatal y listo ,Que Dios nos salve de estos futuros profecionales !!!.-

• Otra aberración más. Al paso que vamos lo mejor que pueden hacer es cerrar todas las escuelas y listo, total para lo que les enseñan y exigen.
• Coincido totalmente con el cometnario anterior. Además...con que aumentar la exigencia? Jajajaja...si este tipo de alumnos quiere obtener el título sin ningún tipo de esfuerzo... y todo servido, saldrán analfabetos funcionales que no serán capaces ni de llenar un formulario o entender una resolución para por ej.: pedir una beca (comprensión de textos: CERO)
• Por lo visto, quien financia la educación pretende bajar los niveles de la misma, sea el BID u otras organizaciones, pero la culpa siempre es nuestra, por permitir que esas cosas pasen...
• ¿quien le va a pagar a los profesores por el trabajo extra que van a realizar???? Es una propuesta RIDICULA, en lugar de elevar el nivel de la educacion la estan denigrando

La tómbola de la salud

Nora Bär
LA NACION
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Jueves 18 de febrero de 2010 | Publicado en edición impresa
Ya lo decía Plutarco hace más de veinte siglos: "El desequilibrio entre ricos y pobres es la enfermedad más antigua y fatal de las repúblicas".
Basta una recorrida después de medianoche por las calles de Buenos Aires para que las figuras fantasmales de los personajes de la noche -hombres de ojos vacíos, jóvenes enjutos que duermen a la intemperie y chicos descalzos que, en la oscuridad, cuando deberían estar cobijados y durmiendo, extienden la mano a los automovilistas- ilustren la dolorosa vigencia de esta realidad. Pero un nuevo estudio británico dirigido por sir Michael Marmot demuestra que, en el campo de la salud, la sabiduría del escritor e historiador griego puede aplicarse literalmente: según el destacado sanitarista, las desigualdades sociales son peores para la salud pública que la falta de infraestructura médica.
Marmot es bien conocido por sus trabajos que analizan cómo la inequidad social se traduce en la salud, la calidad y la expectativa de vida. En los años 80, mostró que los funcionarios públicos de su país tenían mayor riesgo de infarto a medida que su tarea se deslizaba hacia escalones más bajos de la jerarquía laboral. "Esto no quiere decir que todo se resuelva con el dinero -escribió hace un tiempo, en una nota para New Scientist- . [...] La salud de la población puede no mejorar a menos que los ingresos se utilicen y distribuyan sabiamente para promover la igualdad en los determinantes de la salud: educación, empleo, satisfacción de las necesidades básicas e igualdad de género."
En su nuevo estudio, utiliza datos del censo para mostrar que, incluso si uno excluye al 5% que se encuentra al tope y al final de la escala social, los más ricos entre los que quedan tienen una expectativa de vida 6 años mayor que los más pobres, y estarán libres de discapacidad durante 13 años más.
Peor aún: el sino de esta inequidad quedaría sellado desde muy temprano. Otro trabajo en 17.200 bebes controlados desde que nacieron, en la misma semana de abril de 1970, mostró que los que tenían bajo cociente intelectual a los 22 meses, pero habían nacido en familias más ricas y mejor educadas, alcanzaban a los seis años a los que habían comenzado su vida con un cociente intelectual más alto, pero cuyos padres eran más pobres o menos educados. A los diez, los chicos del grupo socioeconómico más bajo iba quedando cada vez más atrás en los tests de inteligencia...
¡Qué tómbola maldita la de la desigualdad social! Pero queda un consuelo: si el impacto del medio ambiente social es más importante que el de la naturaleza, sólo hay que ponerse manos a la obra.
nbar@lanacion.com.ar

Comentarios con los que acuerdo:

• Hay una conferencia interesante del Dr. Abel Albino, está en 3 videos fáciles de buscar en youtube, poniendo el nombre del doctor. Hay propuestas y soluciones, hay gente que trabaja para que la salud y el futuro de nuestros niños deje de ser un juego. Pero para ellos no hay presupuesto, no votan.
• Pienso que una escuela pública desde los cuatros años a los dieciseis,de doble escolaridad hasta las seis de la tarde, con almuerzo y merienda incluida, cambiaria radicalmente las cosas en el término de una generación.Tanto dinero en subsidios y demás que se escurre y no se ven resultados.Este sistema permitiría trabajar tranquilos a los padres , tendria a los niños adolescentes ocupados y seria de real ayuda, y no iría a parar a bolsillos de punteros.
• En este país, respecto a la salud no solamente hay desigualdad por falta de recursos; y ignorancia médica. Llevo 23 años de médico, y viví en carne propia la inoperancia de los médicos jóvenes que salen con una pésima formación tanto de universidades nacionales como privadas; y las empresas de salud se aprovechan de esta situación. Cuanto menos saben los profesionales menos pueden exigir respecto a salarios e insumos a utilizar; profesionales malos y baratos, negocio redondo para el mercado. Aclaro que a pesar de ser médico pago $800 al mes por Swiss medical. Cuando tuve que hacer uso de verdad de los servicios de salud, comprobé la inoperancia increible y la soberbia típica de los ignorantes que trabajan para esta empresa, así como para muchas otras en donde lo que prima es la manpostería. Total, médicos que con experiencia no somos una gran población; la gran población se deslumbra con una buena manpostería y linda comida.

sábado, 13 de febrero de 2010

Adicciones en la escuela

Noticias de Cultura
Miércoles 10 de febrero de 2010 | Publicado en edición impresa


Encuentro en Salta
SALTA.- Las adicciones al juego, al alcohol, a las drogas y al tabaco, sumadas a las atracciones de Internet y de la TV exigen una respuesta de la escuela, se advirtió ayer en el 47° Curso de Rectores del Consejo Superior de Educación Católica (Consudec). El organismo, que depende de la Iglesia y reúne hasta el viernes en un congreso a 2000 docentes y directivos de colegios de todo el país, hizo suyo el documento de la Pastoral de Adicciones del Episcopado, anticipó a LA NACION la vicepresidenta, Angela Varela.
Al exponer lineamientos para la prevención de las adicciones desde la educación, el padre Fernando Cervera destacó que muchas conductas surgen para cubrir algún vacío interior y "es allí adonde hay que dirigir la labor pedagógica".
Hoy inaugurarán oficialmente la reunión el ministro de Educación, Alberto Sileoni, y el arzobispo de La Plata y presidente de la Comisión de Educación del Episcopado, monseñor Héctor Aguer.

Trastornos de conducta y rendimiento cognitivo a los 5 años de edad en niños pretérmino

02 NOV 09 | Estudio EPIPAGE
Los autores estudiaron los trastornos de conducta a los 5 años de edad de una cohorte basada en una gran población de niños prematuros (< 33 semanas de edad gestacional) nacidos en 1997 y sin complicaciones mayores.

Dres. Malika Delobel-Ayoub, Catherine Arnaud, Mélanie White-Koning, Charlotte Casper, Véronique Pier
Pediatrics 2009; 123; 1485-1492

Los avances en el cuidado perinatal han permitido un incremento en las tasas de supervivencia de niños prematuros, pero también han aumentado el riesgo de secuelas a largo plazo, como pobre desarrollo neurológico y alteraciones conductuales o emocionales.

Los niños muy prematuros presentan riesgo de déficit de atención/hiperactividad, disturbios emocionales y pobre competencia social, aunque los resultados para estos desórdenes son poco consistentes. Un deterioro cognitivo y pobres logros educacionales han sido reportados consistentemente en estos niños, y se halló asociación entre trastornos de conducta y bajo rendimiento intelectual cualquiera sea la edad al momento de la evaluación.
El desarrollo cognitivo debe ser tenido en cuenta cuando se estudian los desórdenes de conducta en niños muy prematuros. Asociaciones entre trastornos conductuales y factores ambientales, como características sociales familiares, actitudes de los padres y condiciones crónicas del niño, han sido también reportadas, pero sin considerar el desarrollo cognitivo.

Los autores estudiaron los trastornos de conducta a los 5 años de edad de una cohorte basada en una gran población de niños prematuros (< 33 semanas de edad gestacional) nacidos en 1997 y sin complicaciones mayores. El objetivo fue comparar la frecuencia de los trastornos de conducta en estos niños prematuros y en niños de término y evaluar la posibilidad de que estas diferencias pudieran ser explicadas por diferencias en el nivel cognitivo y en la situación médica o social del niño. Los autores hipotetizaron que las diferencias entre grupos y la asociación de factores ambientales con trastornos de conducta persistirían luego de controlar el rendimiento cognitivo.
Métodos
Participantes
El EPIPAGE (Etude Epidémiologique sur les Petits Ages Gestationnels) es un estudio de cohorte con seguimiento de niños desde el nacimiento hasta los 5 años de edad. Incluyó a todos los recién nacidos con < 33 semanas de edad gestacional (EG) y a un grupo control de niños nacidos de 39 a 40 semanas de EG en 1997 en 9 regiones francesas. Se ofreció el seguimiento al momento del alta hospitalaria para todos los lactantes, excepto en 2 regiones donde se sugirió aleatoriamente para sólo 1 de 2 de estos neonatos prematuros.
El seguimiento fue aceptado por los padres de 2276 (96%) de 2382 niños pretérmino y 557 (84%) de 666 niños de término, y consistió en cuestionarios anuales para ser completados por los mismos. A los 5 años de edad, a todos los niños se les realizó exámenes médicos y psicológicos. Los padres también completaron un cuestionario incluyendo una evaluación sobre el comportamiento del niño. Entre el alta hospitalaria y los 5 años de edad, fallecieron 25 prematuros y 2 niños de término. El cuestionario fue completado por los padres de 1690 (75%) prematuros y 391 (70%) niños de término. Se excluyeron los nacimientos múltiples (512 prematuros y 6 de término) por las posibles diferencias en la evaluación parental de estos niños, aquellos con deterioro sensitivo severo (ceguera o sordera) o con importante déficit neuromotor (63 prematuros y 3 de término). Además, 13 prematuros y 7 niños de término fueron excluidos porque tener ≥ 6 años de edad al momento de la evaluación. La muestra final consistió en 1102 niños prematuros (< 33 semanas de EG) y 375 de término.
Instrumentos y medidas
La edad gestacional se expresó en semanas completas de amenorrea. Durante el período neonatal, se realizó ecografía cerebral en el 98% de los niños prematuros que se clasificó como: (1) lesiones mayores: leucomalacia periventricular o hemorragia del parénquima periventricular; (2) lesiones moderadas: hemorragia intraventricular con dilatación ventricular, o dilatación ventricular aislada, o ecodensidad perdurable > 14 días; (3) lesiones menores: hemorragia intraventricular sin dilatación ventricular, hemorragia de la capa de matriz germinal; y (4) ninguna anormalidad.
En la evaluación se consideró el tabaquismo materno durante el embarazo. Las características familiares se analizaron a los 5 años de edad; se determinó la clase social familiar según el nivel más alto de ocupación de los padres o de la madre si vivía sola.
Una versión francesa del “Cuestionario sobre Fortalezas y Debilidades” (CFD) fue completado por madres (72%), ambos padres (22%), padre solamente (4%) u otro cuidador (2%). El CFD se diseñó para niños de 4 a 16 años de edad. Contiene 4 escalas que evalúan síntomas psiquiátricos (hiperactividad/inatención, conducta, problemas emocionales y de pares) y una escala que refleja conductas prosociales. Los puntajes para las escalas de los 4 síntomas se sumaron para proveer un score de “dificultades totales” que se extendió de 0 a 40, con scores más altos indicando una salud mental más pobre. Los puntos de corte se definieron en base al percentilo 10 de los scores observados en el grupo control (hiperactividad ≥ 7, problemas de conducta ≥ 5, síntomas emocionales ≥ 5, problemas con sus pares ≥ 4, conductas prosociales ≤ 6, y dificultades totales ≥ 16). El score de dificultades totales estuvo disponible para 1095 pretérminos < 33 semanas de EG y 371 niños de término. Los trastornos de conducta en esta cohorte habían sido también evaluados a la edad de 3 años con una versión adaptada del CFD.
El desarrollo cognitivo fue evaluado mediante la versión francesa del Kaufman Assessment Battery for Children (K-ABC) administrado por psicólogos entrenados. Se utilizó una escala de composición del proceso mental (ECPM), considerado equivalente del coeficiente intelectual (CI), para clasificar el desarrollo cognitivo en 3 categorías: > 85, entre 70 y 85, y < 70.
Los tratamientos y las hospitalizaciones de los niños desde el nacimiento fueron obtenidos de las historias clínicas. Los niños fueron examinados clínicamente para detectar patología neurológica o retraso del desarrollo. Los padres completaron 3 preguntas referentes a la salud de su hijo (excelente, buena, o pobre), su desarrollo (precoz, normal, o retrasado), y la presencia de trastornos del lenguaje.
Las madres completaron un cuestionario acerca de su bienestar físico y mental durante el mes previo: como se sentían física y mentalmente (muy bien, bastante bien, bastante mal o muy mal), si se sentían cansadas (todo el tiempo, algunas veces o nunca) y si tomaban tranquilizantes, somníferos o antidepresivos.
Resultados
Los niños prematuros < 33 semanas de EG fueron más tendientes a presentar scores altos en dificultades totales, hiperactividad, síntomas emocionales, y problemas de dominio con los pares, con una prevalencia aproximadamente del doble que el grupo control.

En este grupo de prematuros, se halló una fuerte asociación entre trastornos de conducta y desarrollo cognitivo. Las medias de la ECPM fueron significativamente menores en niños con un score alto para todas las escalas del CFD. En total, 34% de los niños con un puntaje de ECPM < 70 tuvieron un score de dificultades totales alto en comparación con el 16% de aquellos con desarrollo cognitivo normal.
En el análisis multivariado, un score ECPM < 85, la menor edad materna al nacimiento del niño, el retraso en el desarrollo evaluado por los padres, la internación desde el nacimiento, y el pobre bienestar mental materno en el mes anterior se asociaron significativamente con un score de dificultades totales alto.

Se realizó análisis multivariado para comparar el riesgo de tener un score de dificultades totales alto en las cohortes de niños pretérmino (< 33 semanas de EG) y de término. El riesgo excesivo disminuyó ligeramente luego de considerar el desarrollo cognitivo y otros factores, aunque continuaron siendo estadísticamente significativos. Cuando se consideró el tabaquismo materno durante el embarazo los resultados permanecieron sin cambios.
Las evaluaciones tanto a los 3 como a los 5 años de edad estuvieron disponibles en 977 niños pretérmino < 33 semanas de EG. De 179 con score de dificultades totales alto a los 3 años de edad, 83 (46.3%) mantenían un score alto a los 5 años de edad. De los 205 niños que tenían score alto a los 5 años de edad, 83 (41%) ya tenían un score alto a los 3 años de edad. Los niños con trastornos de conducta persistentes tendieron a presentar más frecuentemente lesiones cerebrales en la ecografía neonatal que los niños que no fueron identificados hasta los 5 años de edad (40.7% vs. 29.3%), aunque su desarrollo cognitivo no difirió significativamente.
Discusión
En este estudio, los padres de niños muy prematuros (< 33 semanas de EG) reportaron significativamente más trastornos de conducta en sus hijos de 5 años que los padres de niños de término. Los trastornos de conducta se asociaron fuertemente con un pobre rendimiento cognitivo del niño y con factores ambientales. Los niños muy prematuros continuaban con un riesgo más alto de trastornos de conducta luego de controlar estos factores.
Las fuerzas de este estudio fueron el reclutamiento basado en la edad gestacional de una gran población y la presencia de un grupo control de características similares.

Algunos padres se negaron a participar o se perdieron en el seguimiento. En ambos grupos de niños, los no respondedores fueron generalmente de bajo nivel social. Esto pudo haber llevado a una subestimación de las tasas de trastornos de conducta y de rendimiento cognitivo.
El CFD es un cuestionario bien validado diseñado para la evaluación de los trastornos de conducta en niños de la población general. Los scores CFD completados por los padres predijeron correctamente la probabilidad de que los niños independientemente sean diagnosticados como portadores de desórdenes psiquiátricos. Además, la inclusión de puntos positivos y la brevedad de su llenado lo hacen más aceptable para los padres. Una de las limitaciones posibles podría ser que la apreciación de los padres puede verse influenciada por su bienestar mental. La ausencia de diferencias significativas entre las respuestas de mujeres del grupo de prematuros y el control referentes a su bienestar físico o mental sugiere que este sesgo fue evitado.
Los autores hallaron que, en comparación con los niños de término, los niños prematuros < 33 semanas de EG tenían una prevalencia 2 veces mayor para déficit de atención/hiperactividad, problemas emocionales, y conflictos con sus pares, pero no para trastornos de conducta. Cualquiera fuera la edad de la evaluación, los estudios de niños muy prematuros o con muy bajo peso de nacimiento reportaron tasas crecientes de problemas de déficit de atención/hiperactividad, y en algunos estudios éste es el único desorden del comportamiento asociado.

Los problemas emocionales también están descriptos frecuentemente entre estos niños. Para los trastornos de conducta, los resultados son menos consistentes, y solamente algunos estudios encontraron un riesgo aumentado entre niños muy prematuros (< 33 semanas de EG) o muy bajo peso de nacimiento.
Los trastornos de conducta a los 3 años de edad y su evolución entre los 3 y 5 años de edad han sido raramente reportados. Los autores hallaron que el 41% de los niños muy prematuros que tenían un alto score de dificultades totales a los 5 años la edad ya tenían un valor alto a los 3 años de edad, y que el 46% de aquellos con un score de dificultades totales alto a los 3 años de edad lo mantenían a los 5 años. Estos resultados son consistentes con los de un estudio prospectivo que encontró una estabilidad del 50% en los trastornos de conducta entre los 3 y 5 años de edad.
Los niños prematuros (< 33 semanas de EG) o de muy bajo peso de nacimiento suelen tener coeficiente intelectual más bajo y mayor deterioro cognitivo que los niños de término. Loa autores hallaron que el pobre rendimiento cognitivo en niños prematuros estaba fuertemente relacionado con trastornos de conducta, resultado consistente con estudios previos. Por otra parte, observaron que el riesgo creciente para trastornos de conducta persistió incluso luego de controlar el desarrollo cognitivo. Pocos estudios apuntaron a determinar si las diferencias en las tasas de trastornos de conducta entre niños con muy bajo peso de nacimiento o muy prematuros y los niños de término podrían ser explicadas por el nivel cognitivo. En una cohorte de 194 niños prematuros extremos evaluados a los 5 años de edad, se halló un bajo índice de coeficiente intelectual asociado con hiperactividad y habilidades sociales pobres; se mantuvo el riesgo creciente de déficit de atención/hiperactividad al controlar la habilidad intelectual.
Conforme con los resultados de los autores, Indredavik y col. hallaron que los adolescentes con muy bajo peso al nacer presentaban un riesgo aumentado de déficit de atención/hiperactividad y trastorno de ansiedad en comparación con controles de término, incluso cuando se excluyeron los adolescentes con bajo coeficiente intelectual. Saigal y col. observaron que los padres de adolescentes con peso de nacimiento extremadamente bajo reportaron scores más altos para el desorden de déficit de atención/hiperactividad y depresión que los padres de niños de término incluso después de controlar otros factores de riesgo.
No se halló ninguna asociación entre las lesiones cerebrales en la ecografía neonatal y el score de dificultades totales a los 5 años. Algunos estudios hallaron asociación entre lesiones cerebrales y déficit neurológico y cognitivo, pero pocos se han centrado específicamente en la relación entre daño cerebral y conducta. Consistente con los resultados de los autores, en dos estudios no encontraron asociaciones entre trastornos de conducta y las anormalidades cerebrales neonatales. Sin embargo, un estudio reportó una asociación entre lesiones sugestivas de la sustancia blanca en la ecografía neonatal y desordenes psiquiátricos (especialmente déficit de atención/hiperactividad y trastornos de ansiedad) en niños con bajo peso de nacimiento a los 6 años de edad. Otros estudios han demostrado que los problemas de conducta estaban relacionados con anormalidades detectadas por resonancia magnética en adolescentes. Se reconoce actualmente que, además de la lesión de la sustancia blanca y especialmente la leucomalacia periventricular, la inmadurez es también responsable de una reducción de la sustancia gris cortical cerebral, estructuras nucleares profundas, y cuerpo calloso. Estas lesiones cerebrales que podrían estar asociadas con los trastornos de conducta no se detectan fácilmente con ecografía, siendo mejor evaluadas con resonancia magnética. Los resultados de los autores pudieron haber sido diferentes si las lesiones cerebrales se hubieran estudiado con este método.

No se halló ninguna relación significativa entre los trastornos de conducta y el grado de inmadurez, a diferencia de otros estudios.
Se observó que los trastornos de conducta estaban asociados con un retraso en el desarrollo del niño según lo descripto por los padres. Las hospitalizaciones desde el nacimiento también se relacionaron con los trastornos de conducta a los 5 años de edad, un resultado poco sorprendente porque las enfermedades infantiles y las condiciones físicas crónicas han sido identificadas como factores de riesgo significativos para los mismos en niños con muy bajo peso de nacimiento y en la población general. La menor edad materna al momento del nacimiento se asoció con un riesgo creciente para los trastornos de conducta, hallazgo reportado previamente en niños con bajo peso de nacimiento y en la población general.
A pesar de un gran número de datos faltantes, lo que requiere prudencia en la interpretación, el tabaquismo durante el embarazo se asoció con un riesgo creciente de trastornos de conducta, independientemente de otros factores de riesgo. La persistencia de esta asociación después del control de los factores sociales y del bienestar materno sugiere un efecto independiente del tabaquismo durante el embarazo. Se demostró una asociación independiente similar en niños con muy bajo peso de nacimiento.

En el grupo de niños prematuros existe una fuerte asociación entre el pobre bienestar mental materno y los trastornos de conducta en el niño. Un estudio en niños de muy bajo peso de nacimiento a los 3 años de edad encontró resultados similares: no hubo diferencias en la incidencia clínica de los síntomas de alteración psicopatológica entre madres de niños con muy bajo peso de nacimiento y aquellas con niños con peso normal, pero se halló una relación significativa entre la severidad de la depresión materna y los resultados sobre el estado mental del niño en el grupo de bajo peso de nacimiento. Un estudio en adolescentes con peso extremo de nacimiento encontró que el estado de ánimo materno estaba asociado significativamente con trastornos de conducta, incluso después de controlar el sexo, cociente de desarrollo, y factores socioeconómicos.
Estos resultados subrayan los orígenes multifactoriales de los trastornos de conducta y tienen varias implicaciones para la práctica clínica. Para disminuir la incidencia de tales problemas, los clínicos deberían centrar su atención en el bienestar materno y en su manejo desde la internación del neonato.
El disturbio en la interacción padres-hijo durante el período neonatal, que no se evaluó en este estudio, podría haber puesto a estos niños muy prematuros en un riesgo más alto para trastornos de conducta. Programas de cuidado del desarrollo han sido considerados favorables para mejorar la interacción madre-hijo y el funcionamiento conductual. Tales programas no estaban disponibles en Francia en 1997, pero actualmente están siendo cada vez más utilizados y pueden ayudar a mejorar los resultados en el comportamiento de niños muy prematuros.
Conclusiones
La detección temprana de los trastornos de conducta en niños muy prematuros debería ser encarada tan pronto como sea posible para poder tratar estas dificultades de la manera más apropiada, especialmente por haberse demostrado que los adolescentes con antecedentes de prematurez o muy bajo peso de nacimiento presentan un riesgo aumentado de déficit de atención/hiperactividad, depresión, y trastornos de ansiedad. Los autores hallaron que incluso los niños con menor inmadurez tenían un riesgo aumentado de trastornos de conducta. Por otra parte, aunque estos problemas se relacionaron fuertemente con un deterioro cognitivo, en los niños muy prematuros persistieron incluso luego de controlar el desarrollo intelectual. Estos resultados deben incentivar la investigación temprana de estos problemas de conducta en niños muy prematuros, incluyendo a los de mayor edad gestacional y aquellos con un desarrollo cognitivo normal.
Comentario: En los niños con antecedentes de prematurez, la presencia de lesiones cerebrales en el periodo neonatal y las condiciones físicas crónicas subyacentes pueden alterar significativamente el desarrollo cognitivo y favorecer la aparición de trastornos de conducta. Sin embargo, es importante considerar que los problemas de conducta que pueden presentar estos niños a edades tempranas pueden estar asociados también con factores familiares y ambientales que pueden influir negativamente en el niño. Entre los profesionales de la salud debe fomentarse la detección temprana de estos trastornos para su tratamiento adecuado, y para mejorar la relación padres-hijo como base para una mejor evolución clínica.
♦ Resumen y comentario objetivo: Dra. María Eugenia Noguerol

El 50% de los lesionados por pirotecnia son chicos

Prevención
Advertencia de especialistas
Sin la supervisión de los adultos, el riesgo aumenta diez veces
Noticias de Ciencia/Salud:
Martes 22 de diciembre de 2009 Publicado en edición impresa
Fabiola Czubaj
LA NACION
En estos días en los que los padres, tíos y abuelos están reabasteciendo el arsenal de pirotecnia con el que los chicos -y también los adultos- buscarán entretenerse minutos después de las 12, sería buena idea tener en cuenta algunas recomendaciones para evitar problemas en estas fiestas.
Sólo por quemaduras, el 45% de los lesionados son chicos, según datos de la Asociación Argentina de Cirugía de la Mano y Reconstructiva del Miembro Superior (AACM). Y del total de pacientes atendidos en las guardias en Nochebuena y fin de año, la mitad son chicos y adolescentes.
"Las quemaduras y lesiones en las manos de los chicos de entre 1 y 5 años muestran que existe una gran falta de control de los adultos, que deben tomar conciencia de que los cohetes son un arma que no pueden dejar en manos de sus hijos", señaló el doctor Fernando Menvielle, miembro de la Asociación Argentina de Cirugía de la Mano y Reconstructiva del Miembro Superior. Y cuando los adultos no los supervisan, el riesgo de lesiones en los chicos se multiplica diez veces.
Los registros hospitalarios indican que las heridas más frecuentes afectan las manos y los dedos (30%), incluidas las amputaciones; los ojos (28%), tanto con la pirotecnia como al descorchar botellas, y la cabeza y la cara (15%), sin importar el nivel socioeconómico. Pero el uso irresponsable de petardos, bombas de estruendo, morteros y otros artículos puede también provocar graves problemas auditivos, que van desde el oído tapado o un zumbido constante hasta sensación de confusión, mareos, inestabilidad o sangrado del oído.
"Es lo que llamamos un trauma acústico agudo, y se produce por el ruido que provoca la deflagración de la pirotecnia -precisó la doctora Marta Ledesma, otorrinolaringóloga del hospital Rivadavia y de la Mutualidad Argentina de Hipoacúsicos (MAH)-. En general, se habla poco sobre el trauma que la pirotecnia puede ocasionar en la audición y la mayoría de la gente lo desconoce."
Según la MAH, toda explosión superior a los 115 dB puede ser "sumamente perjudicial" para los oídos, y no se deberían subestimar ni siquiera esos fuegos artificiales de mano que disparan bombas de estruendo a gran altura. Así lo prueban las mediciones de la intensidad del ruido de los artículos más utilizados que acaba de realizar el ingeniero Horacio Cristiani, director general de la MAH.
Los resultados demuestran que los valores pueden superar la intensidad del sonido que produce el disparo de un arma de fuego a no más de la distancia de un brazo extendido. La explosión de una fogueta de 12 tiros supera los 130 dB, mientras que una bomba de estruendo tiene más de 150 dB, una bomba doble mecha alcanza unos 140 dB y el mortero, 145 dB.
"En el consultorio, es frecuente que los pacientes recuerden el comienzo de su sordera y lo asocien con el estallido de un petardo en las fiestas de un fin de año -comentó la doctora Ledesma-. Esto no es de extrañar si consideramos el ruido estridente que provoca la explosión de esos artículos."
La medición se hizo a 1 metro de distancia, con lo que la primera recomendación, señaló Cristiani, sería que "para prevenir los riesgos auditivos y todos los demás, lo mejor es alejarse de la explosión, porque a medida que se duplica la distancia la intensidad diminuye 6 dB". A diferencia del ruido laboral continuo, por ejemplo, que no debe superar los 85-90 dB, estas explosiones son ruidos cortos y de gran intensidad.
"El daño es inmediato, por lo que no se aplica ese umbral para las 8 horas de exposición continua, sino los 115 dB para un ruido impulsivo", precisó Cristiani. Por eso, una recomendación importante es que las personas que usan audífonos los apaguen, para no multiplicar el ruido.
En cuanto a las quemaduras, la causa más común en los más chiquitos son las chispas de las estrellitas. En cambio, ya más cerca de los 10 años, las lesiones son más graves. "Usan pirotecnia de más potencia y más padres de lo pensado los dejan usarla libremente -dijo Menvielle-. Y a esa edad el problema es la curiosidad, cuando la reacción motora aún no está totalmente desarrollada y tardan en reaccionar al estruendo."
Según la AACM, 6 de cada 10 lesiones por pirotecnia son quemaduras, seguidas de contusiones y laceraciones. "Las heridas son tan graves que hasta pueden llegar a los huesos o causar la pérdida de una mano o de uno o varios dedos", dijo Menvielle, también de la Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología.