Claves para evitar accidentes en el agua

Noticias de Ciencia/Salud: Domingo 13 de diciembre de 2009 Publicado en edición impresa
Para disfrutar sin riesgo de las piletas y los deportes acuáticos
Pediatras elaboraron un documento para prevenir el ahogamiento, que es la segunda causa de muerte en menores de 15 años
Fabiola Czubaj
LA NACION
El calor ya invita a zambullirse en la pileta o a preparar el kayak o la moto acuática para disfrutar del río o del mar. Por eso es muy oportuno tomar algunas precauciones con los chicos y los adolescentes para evitar los accidentes.
Pero ¿cuál es el mejor chaleco salvavidas? ¿Hay que usar casco para andar en moto de agua? ¿Sirve la matronatación para aprender a nadar? ¿Cuándo se considera segura una pileta? ¿Conviene zambullirse en un espejo de agua? ¿Cuándo es seguro llevar un bebe a bordo?
Las respuestas, elaboradas por un grupo de pediatras especializados en prevención de accidentes, ayudan a evitar el ahogamiento, la segunda causa de muerte en los menores de 15 años. "La «noción del peligro», que es un conjunto de percepciones y aprendizajes que resguardan la integridad física, se adquiere a alrededor de los 4 años", precisan los autores del Consenso Nacional de Prevención del Ahogamiento de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).
Esa es la mejor edad para empezar con las clases de natación, que suelen ser más efectivas cuando están a cargo de un profesor y no de un familiar. El contacto previo con el agua, como ocurre con la matronatación, "sirve para que el chico tome confianza con el agua y que aprenda a disfrutar y a respetar el agua, pero no para que aprenda a nadar ni a mantenerse a flote; además, puede generar en los padres una falsa sensación de seguridad. Con la primera bocanada de agua que traga un chico, ya no puede gritar ni pedir ayuda", explicó el doctor Carlos Nasta, presidente de la Subcomisión de Prevención de Accidentes de la SAP y redactor del documento.
Junto con él, 38 pediatras revisaron todas las normas nacionales e internacionales para prevenir los factores de riesgo asociados con las actividades en el agua de chicos y de adolescentes. El trabajo reveló una gran desorganización de esas normas. "Existe una gran desinformación y una gran dispersión de la información, que también es ambigua, contradictoria o deformada. Esto es apenas un puntapié fundacional a un documento serio y ordenado."
El chaleco, incluido para los menores de 4 años, se debe comprar según el peso y no la edad de los chicos. Debe mantenerlos a flote, con la cabeza fuera del agua; tener una abertura en el frente, con tres broches de seguridad como mínimo y una correa no extensible, que una la parte delantera y trasera por la ingle con un broche.
Los expertos desaconsejan el uso de brazaletes inflables, colchonetas, cámaras de automóvil o los salvavidas anulares clásicos de las embarcaciones porque "no ofrecen ninguna garantía", ni siquiera en una pileta segura.
En los arroyos, los ríos, las lagunas o el mar, la turbidez, los pozos de agua y la contracorriente actúan como "trampas" para los chicos, ya que facilitan el desplazamiento del cuerpo al sumergirse e impiden reconocer rápidamente signos de agotamiento. Para ingresar en un espejo de aguas oscuras, recién a partir de los 8 o 10 años, un chico debe hacerlo caminado lentamente y de la mano de un adulto. La primera inmersión es conveniente hacerla con zapatillas livianas para evitar lesiones.

Edades adecuadas para navegar
El consenso recomienda no llevar a pequeños de hasta 2 años a bordo de embarcaciones de remo (kayaks, canoas, piraguas o botes), con motor fuera de borda (gomones, motos de agua o lanchas pescadoras) o con velas. A partir de los 2 años, pueden hacerlo, pero con chaleco y junto con un adulto que sepa nadar.
El uso del optimist está permitido a partir de los 8 años, con vigilancia; el kayak y la piragua, desde los 10 años con curso de entrenamiento y chaleco; las motos de agua, a partir de los 16 años, a baja velocidad y con el chaleco puesto. "El uso del casco es polémico -se lee en el documento, que se puede conseguir en la SAP-. Sus ventajas ante un vuelco en el agua son obvias. Su desventaja sería la sofocación por la correa de seguridad y el ahogamiento al llenarse de agua."
Siempre, los expertos recomiendan que el responsable de supervisar las actividades en el agua no se distraiga, tenga visión directa de los chicos y conozca las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), que evitan la muerte inminente.

CHICOS ROCIADOS CON PESTICIDAS TRABAJAN COMO BANDERAS HUMANAS.

Quien sabe que se comete un crimen y no lo denuncia es un cómplice

José Martí

El 'mosquito' es una máquina que vuela bajo y 'riega' una nube de plaguicida.

'A veces me agarra dolor de cabeza en el medio del campo. Yo siempre llevo remera con cuello alto para taparme la cara y la cabeza'.
Gentileza de Arturo Avellaneda arturavellaneda@ msn.com


LOS NIÑOS FUMIGADOS DE LA SOJA

Argentina / Norte de la provincia de Santa Fe

Diario La Capital

Las Petacas, Santa Fe, 29 septiembre 2006

El viejo territorio de La Forestal, la empresa inglesa que arrasó con el quebracho colorado, embolsó millones de libras esterlinas en ganancias, convirtió bosques en desiertos, abandonó decenas de pueblos en el agujero negro de la desocupación y gozó de la complicidad de administraciones nacionales, provinciales y regionales durante más de ochenta años.
Las Petacas se llama el exacto escenario del segundo estado argentino donde los pibes son usados como señales para fumigar.
Chicos que serán rociados con herbicidas y pesticidas mientras trabajan como postes, como banderas humanas y luego serán reemplazados por otros.
'Primero se comienza a fumigar en las esquinas, lo que se llama 'esquinero'.
Después, hay que contar 24 pasos hacia un costado desde el último lugar donde pasó el 'mosquito', desde el punto del medio de la máquina y pararse allí', dice uno de los pibes entre los catorce y dieciséis años de edad.
El 'mosquito' es una máquina que vuela bajo y 'riega' una nube de plaguicida.
Para que el conductor sepa dónde tiene que fumigar, los productores agropecuarios de la zona encontraron una solución económica: chicos de menos de 16 años, se paran con una bandera en el sitio a fumigar..
Los rocían con 'Randap' y a veces '2-4 D' (herbicidas usados sobre todo para cultivar soja). También tiran insecticidas y mata yuyos.
Tienen un olor fuertísimo.

'A veces también ayudamos a cargar el tanque. Cuando hay viento en contra nos da la nube y nos moja toda la cara', describe el niño señal, el pibe que será contaminado, el número que apenas alguien tendrá en cuenta para un módico presupuesto de inversiones en el norte santafesino.
No hay protección de ningún tipo.
Y cuando señalan el campo para que pase el mosquito cobran entre veinte y veinticinco centavos la hectárea y cincuenta centavos cuando el plaguicida se esparce desde un tractor que 'va más lerdo', dice uno de los chicos.
'Con el 'mosquito' hacen 100 o 150 hectáreas por día. Se trabaja con dos banderilleros, uno para la ida y otro para la vuelta. Trabajamos desde que sale el sol hasta la nochecita. A veces nos dan de comer ahí y otras nos traen a casa, depende del productor', agregan los entrevistados.
Uno de los chicos dice que sabe que esos líquidos le puede hacer mal: 'Que tengamos cáncer', ejemplifica. 'Hace tres o cuatro años que trabajamos en esto. En los tiempos de calor hay que aguantárselo al rayo del sol y encima el olor de ese líquido te revienta la cabeza.
A veces me agarra dolor de cabeza en el medio del campo. Yo siempre llevo remera con cuello alto para taparme la cara y la cabeza', dicen las voces de los pibes envenenados.
-Nos buscan dos productores.
Cada uno tiene su gente, pero algunos no porque usan banderillero satelital.
Hacemos un descanso al mediodía y caminamos 200 hectáreas por día.
No nos cansamos mucho porque estamos acostumbrados.
A mí me dolía la cabeza y temblaba todo. Fui al médico y me dijo que era por el trabajo que hacía, que estaba enfermo por eso', remarcan los niños.
El padre de los pibes ya no puede acompañar a sus hijos. No soporta más las hinchazones del estómago, contó. 'No tenemos otra opción. Necesitamos hacer cualquier trabajo', dice el papá cuando intenta explicar por qué sus hijos se exponen a semejante asesinato en etapas.
La Agrupación de Vecinos Autoconvocados de Las Petacas y la Fundación para la Defensa del Ambiente habían emplazado al presidente comunal Miguel Ángel Battistelli para que elabore un programa de erradicación de actividades contaminantes relacionadas con las explotaciones agropecuarias y el uso de agroquímicos.
No hubo avances.
Los pibes siguen de banderas.
Es en Las Petacas, norte profundo santafesino, donde todavía siguen vivas las garras de los continuadores de La Forestal.
Fuente: Diario La Capital, Rosario, Argentina

lunes, 17 de noviembre de 2014

Por qué la bofetada o el cachete no sirven como modelo educativo

28/05/2014
Muchos padres creen que un cachete o una "bofetada a tiempo" puede ser educativa y favorecer que el niño aprenda a comportarse mejor. 
No obstante, la bofetada no es más que una reacción impulsiva de los adultos ante un momento de frustración y no consigue que el niño aprenda la razón de su mala conducta.
Además se ha visto que NO funciona: el niño sólo aprenderá a actuar por miedo a la reprimenda,  considerará la bofetada como acto legítimo en un futuro y tiene más probabilidades de generar conductas antisociales y violentas.
Es mucho más recomendable que los padres sean el modelo de conducta que pretenden ser, y ello implica evitar las pérdidas de control. 
Mª Dolors Petitbò, psicóloga clínica y Jefe de Sección de Psicología del Hospital Sant Joan de Déu nos explica porqué la bofetada no sirve como modelo educativo y qué alternativas existen para resolver conflictos con los hijos. 

http://faros.hsjdbcn.org/es/video/bofetada-cachete-no-sirven-como-modelo-educativo 

viernes, 14 de noviembre de 2014

BULLYING SOCIAL FERIA DEL LIBRO 2014 0001

10º FERIA DEL LIBRO PUERTO DE LECTURA - MAR DEL PLATA

Jueves 13 de Noviembre

17:00 A 18:00 hs.. 
Mesa “Bullying Social” a/c de Ana María Martorella
Participan: Marta Vega y José Luis Italiano. 
TEMA BULLYING

Organizada por SADE ATLANTICA, dirigida a público en general.
Sala BESTIARIO de la Carpa Ferial ubicada en la Plaza Mitre, Avda. Colón y Mitre.

Coincidiendo con las actividades a nivel mundial del Día Mundial de Prevención del Abuso Infantil




El bullying o bullying social representa todo forma de acoso, y se puede manifestar en todos los ambientes sociales, no sólo el escolar. Tiene su origen en la envidia –y en su consecuencia, el abuso de poder-  por parte de aquellos que padecen algún tipo de desvalorización profunda e irresuelta desde su infancia, y que les impide desarrollar aptitudes socialmente valoradas. Esta forma de acoso, que se expresa a través de conductas amenazantes tendientes a provocarle algún tipo de pérdida (material, física, afectiva) a aquel elegido como víctima, es ejercido por aquellos que en realidad se defienden con este tipo de conductas  omnipotentes, que desarrollan para compensar sus propios sentimientos de inseguridad.  
Los acosadores saben que tienen algún tipo de poder (económico, de mando o decisión, lazo afectivo) sobre sus víctimas, que en general se caracterizan por ser individuos responsables, capaces, destacables y generosos, hasta alcanzar, en algunos casos, sentimientos altruistas.
También, gozan humillando y avergonzando a sus víctimas que generalmente no se defienden con el mismo tipo de violencia que reciben, porque son conciliadores y obedientes, y no creen que haya gente tan perversa y egoísta, por no presentar la misma víctima ese tipo de sentimientos y conductas.
Aquel elegido como víctima luce como una persona que goza con lo que hace y vive, a la vez que se desempeña bien en sus tareas con autonomía, mientras que el acosador por lo general es inepto y con escasa voluntad para el esfuerzo y la iniciativa, por eso envidia hasta corromper  o destruir  totalmente a aquel que elige como adversario,
al que sólo cree poder vencer por la fuerza física o las amenazas de quitarle aquello que lo hace feliz.
Egoístas, creen que todo les pertenece, inclusive la vida del Otro. El acosador abusa de su poder porque usa o intenta usar al Otro como si fuera un objeto, al cual sólo lo reconoce como ser vivo en su capacidad de sufrir. Incapaces de sentir empatía, son apropiadores de ideas, de trabajo, de objetos materiales, de los afectos del Otro, de la vida del Otro, igual que los violadores que penetran en el cuerpo de sus víctimas con la  falsa idea de poder usar su cuerpo como si fuera su propio cuerpo, en sus actos de
locura.
Los acosadores no respetan las leyes naturales ni las sociales. Viven confundidos
en sus roles, y gastan su tiempo en investigar las debilidades del Otro para atacarlo en ese aspecto: sus puntos vulnerables. Este tipo de individuos padece un conflicto edípico incestuoso irresuelto, y puede ejercer su acoso y abuso de poder no sólo en los lugares de trabajo (contra compañeros o subordinados) o en la escuela (contra pares, compañeros de curso, docentes, alumnos), sino también en el propio seno de sus familias (padres a hijos, hijos a padres, entre hermanos, hijos contra parejas de los padres y a la inversa, etc.).
Los acosadores son individuos que se sienten frustrados pero que intentan por todos
los medios ocultar sus falencias y debilidades, proyectándolas en Otros a través de su omnipotencia (abuso de poder), a modo de chantajes, buscando aliados que se le asemejen en esas mismas carencias de habilidades y destrezas laborales, profesionales, intelectuales y afectivas, prometiendo algún tipo de beneficio en esa asociación contra la víctima. Pero al final también serán traidores de sus propios camaradas.
Los acosadores son infelices, nada los satisface, porque el vacío de afecto que
arrastran desde su infancia, por no haberse sentido amados por sus progenitores
o cuidadores, los cegó en la envidia. Mienten todo el tiempo y acusan de sus propios errores a sus víctimas, y están tan desvalidos que creen sus propias fabulaciones llenas de errores argumentales porque la realidad es irrebatible.
Si la víctima cede, renuncia y/o se enferma, ellos buscarán otra víctima, y en realidad nunca dejarán de ser víctimas de sí mismos porque viven autocompadeciéndose por lo que están convencidos que el otro siempre les arrebata injustamente.
Cuando quedan expuestos a la verdad y se revelan sus mentiras, lloran de modo infantil inventando más mentiras. Son peligrosos, pero el mayor riesgo lo
corren ellos mismos de arruinarse y exponerse a la condena social de ser rodeados sólo por in-válidos como ellos, relaciones carentes de fidelidad y nobleza. Aparentarán ser exitosos, pero en la intimidad saben la verdad de sus fracasos.
También, debe considerarse como bullying la actual crianza de los hijos fecundados para la satisfacción personal de sus padres heridos en su propio narcisismo infantil, padres que acosan a sus hijos exigiéndoles exitismo en destrezas con las que puedan lucrar económicamente o que les ofrezcan algún status social, que, por supuesto, no les pertenece. Roban hasta la propia identidad de sus hijos, con la excusa de darles las oportunidades que ellos no tuvieron (en realidad muchos las desecharon para no afrontar el esfuerzo), los avergüenzan y presionan si otros los superan, les exigen brillar por el brillo que a ellos mismos les falta; se apropian de la energía de sus propios hijos. Son egoístas faltos de idoneidad hasta para crear su propia vida; viven a través de los logros de los Otros. No respetan los deseos de terceros, y desean todo lo ajeno. Nada los colma, nada disfrutan, todo lo envidian, y todo lo destruyen.
Así está el mundo, dividido entre los acosadores y los aptos elegidos como víctimas, que deben aprender a luchar para no ser absorbidos por el sistema perverso de aquellos que contaminan todos los ambientes desde la vida intrauterina.      


Y si el núcleo original de la primera sociedad fue y sigue siendo la familia, entonces la perversión, el bullying, nace en ella? En el mismo núcleo donde debe germinarse la construcción de la identidad, la individualización, o bien la indiferenciación y la alienación, el crisol donde se hacen y deshacen los nudos de los lazos y se conjugan sentimientos positivos y negativos, lazos familiares que también pueden ser violentos, abusivos y fuera de la ley. 


viernes, 7 de noviembre de 2014

10º FERIA DEL LIBRO-PUERTO DE LECTURA- Mar del Plata 2014.



Jueves 13 de Noviembre

17:00 A 18:00 hs..
Mesa “Bullying Social” a/c de Ana María Martorella
Participan: Marta Vega y José Luis Italiano.
TEMA BULLYING

Organizada por  SADE ATLANTICA, dirigida a público en general.
Sala BESTIARIO de la Carpa Ferial ubicada en la Plaza Mitre, Avda. Colón y Mitre.              


Coincidiendo con las actividades a nivel mundial del Día Mundial de Prevención del Abuso Infantil
               

miércoles, 22 de octubre de 2014

Violencia contra Médicos

RESOLUCIÓN N° 616/13 - CONSEJO DIRECTIVO DEL COLEGIO DE MÉDICOS DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES DISTRITO II
Avellaneda, 17 de enero de 2013
De conformidad con lo prescrito por los Art. 5, 6,12 y concordantes del DL.5413/58 RESUELVE:
1º) Producido un hecho de amenaza, agresión o violencia como los descriptos en los considerandos, deberán comparecer en forma urgente e inmediata en el centro asistencial, los integrantes y componentes de la Dirección Medica del establecimiento ya sea ejecutiva o asociada, quienes arbitraran las medidas necesarias e imprescindibles para salvaguardar la seguridad personal de los profesionales Médicos en ejercicio de sus funciones que permitan y coadyuven a un correcto desempeño de las mismas.
2º) Procederán en forma inmediata al cierre del lugar público o privado en que se concrete un hecho violento en perjuicio de un Médico ya sea la guardia, servicio, consultorio externo etc., deslindando la responsabilidad en las autoridades públicas respectivas.
3º) Los profesionales Médicos victimas de los hechos aludidos limitaran y en su caso, no prestaran la asistencia médica hasta tanto los Directores de Hospitales o autoridad a cargo de los mismos, no garanticen la integridad física y mental del personal Médico y Auxiliar.
4º) Notificar la presente disposición a todos los establecimientos asistenciales de la jurisdicción, a la Suprema Corte de Justicia de la Pcia. de Bs. As., a las Cámaras de Apelaciones de los departamentos Judiciales que la integran, a los Intendentes de las Municipalidades y las Direcciones de los Centros Asistenciales Públicos y Privados provinciales a los fines de tomar los recaudos respectivos que hacen a sus funciones y misiones especificas, así como a las entidades Medicas Primarias y Gremiales.
5º) Comisionar a todos y cada uno de los Consejeros que integran el Colegio de Médicos Distrito II a evacuar las inquietudes que exterioricen los Profesionales Médicos, con cargo de informar lo actuado en forma inmediata al Consejo Superior del Colegio de Médicos de la Pcia. de Bs. As.
6) Disponer que la representación del Colegio de Médicos D.II estará a cargo de su Mesa Directiva quién deberá inexorablemente promover las acciones judiciales respectivas, denunciando a los funcionarios pertinentes en razón del incumplimiento de las obligaciones y deberes de funcionario público.
7) Publicítese en los medios de rigor.
EL CONSEJO SUPERIOR DEL COLEGIO DE MÉDICOS DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES RESUELVE
Artículo 1°: Hacer suya la Resolución N° 616 de fecha 17 de enero de 2013 del Consejo Directivo del Distrito II de este Colegio de Médicos la que como Anexo I forma parte integrante de la presente.
Presidente Dr. Salvador Lo Grasso.

miércoles, 1 de octubre de 2014

“Me decían: ‘Son cosas de crías”

La madre de Carla Díaz, que se suicidió con 14 años, logra reabrir el caso con nuevas pruebas

El fiscal expedienta a dos excompañeras de la niña por acoso escolar

Montserrat Magnien muestra una imagen de su hija Carla. /PACO PAREDES
La madre lleva tatuado en la muñeca el nombre de su hija rodeado por el símbolo de infinito. Montserrat Magnien no piensa parar hasta que la justicia investigue a fondo por qué Carla se tiró con 14 años de un acantilado en Gijón. La madre sabía cosas, pero no todo. Sabía que Carla se ponía el flequillo sobre el ojo estrábico porque en el colegio la llamaban “bizca” —“Lo primero que salía en Google cuando tecleabas su nombre era ‘virola”—. También sabía que un grupo de niñas le decían “bollera”. Las notas empeoraron, y Carla llegó a hacerse cortes en los brazos (que se tapaba con pulseras). Cuando le preguntaba qué le pasaba, “iba de fuerte”: “Bah, no te preocupes, paso de ellas, mamá”. Cuando preguntaba en el colegio, le decían: “Son cosas de crías, están en la edad...”. Montserrat Magnien insistió, llevó a su hija al psicólogo como le indicaron y se puso a mirar otros colegios... Pero ya no dio tiempo.
Un año y medio después del suicidio, tras dos denuncias por acoso escolar, la Fiscalía de Menores de Asturias ha expedientado (a los menores no se les imputa) esta semana a dos compañeras de Carla por acosarla en el colegio Santo Ángel de la Guarda de Gijón. “Por un lado estás agradecida de que por fin te hagan caso”, dice Montserrat. “Pero la pérdida puede a todas las alegrías”.
Acantilado de Gijón donde Carla Díaz se suicidó en 2013 tras sufrir acoso escolar. / PACO PAREDES
Tras la muerte de Carla hubo una primera investigación y su madre descubrió entonces cosas que no sabía. Los insultos eran diarios y también tenían lugar en Facebook, Tuenti y Ask.fm, redes sociales en las que Montserrat aún pasa noches navegando en busca de pistas. También descubrió que “las de siempre” le habían tirado a Carla agua de los servicios y que la habían agredido fuera del colegio. A la cara, le decían “Topacio, un ojo para aquí y otro para el espacio”. En las redes, compartían imágenes de un POU (especie de Tamagochi) bizco al que llamaban Carla.
“Todo el colegio se metía con ella”, dijo un alumno tras la muerte de Carla
Lo contaron sus compañeros. La niña “estaba harta de los insultos y no entendía por qué se metían con ella, si no había hecho nada”. La madre denunció por acoso e inducción al suicidio a las cuatro niñas que mencionaban los testigos. El fiscal de menores de Asturias —igual que el juez de instrucción y el inspector escolar antes que él— no vio indicios suficientes y archivó el caso en enero. Pero Montserrat no se rindió.
Con nuevos abogados, la madre de Carla presentó en abril —antes de que se cumpliera un año de su muerte—, una segunda denuncia en la que no se menciona la inducción al suicidio —un delito muy difícil de demostrar, más aún en menores—, sino un delito contra la integridad moral, vejaciones e insultos. Los letrados Leticia de la Hoz y Luis Manuel Fernández trufaron su denuncia de pruebas, como esta conversación de Facebook entre Carla y su hermana Andrea, de 25 años, un par de meses antes del suicidio:
— Carla: “Acompáñame. Contigo no me va a decir nadie nada, no tienen cojones”.
— Andrea: “¿Pero qué pasa nena? Cuéntame”.
— C. : “Na, que se meten conmigo...”.
— A.: “¿Quién? ¿Por qué? ¿Del cole? ¿O de fuera?”.
— C.: “Del cole (...), las de siempre”.
Carla le cuenta a su hermana que se rumorea que le quieren pegar y que nadie se atreve a defenderla. Andrea promete hablar “civilizadamente” con ellas y aconseja que se lo cuente a la directora. “Que ya lo sabe”, le responde Carla dos veces.
El fiscal: “Nuevas pruebas demuestran que pudo haber acoso continuado”
La denuncia también recoge comentarios de compañeros de Carla en redes sociales tras su muerte: “Todo el SAG [acrónimo del colegio] se metía con ella”, dice una; “¿Asesina por qué?”, se defiende otra, “Yo sí, me metí con ella. ¿Y? ¿Soy la única persona acaso? Creo que no, eh”. Otro confiesa: “Era una niña muy fuerte, aguantó hasta el último día de su vida los insultos de todos esos hijos de la gran..., me incluyo entre ellos”.
“Estas nuevas pruebas demuestran que efectivamente pudo haber un acoso continuado”, explica el fiscal de menores asturiano Jorge Fernández Caldevilla, que rectificó su decisión en abril abriendo las diligencias que han desembocado en estas dos aperturas de expedientes —Montserrat denunció a cuatro niñas, pero una de ellas era menor de 14 y por tanto inimputable cuando se produjeron los hechos, y la otra había tenido una pelea puntual con Carla—. El fiscal subraya, sin embargo: “En ningún caso hay pruebas para creer que las menores expedientadas actuaron con la intención de que Carla se suicidase, lo que pudo deberse a muy diversos factores y cuyo esclarecimiento no nos compete”.
Cuando Carla murió, su colegio —que pertenece a la misma congregación que un centro sevillano recientemente denunciado en otro caso de acoso— mandó un SMS de pésame a Montserrat y comunicó a padres y alumnos que el suicidio se debió exclusivamente a “asuntos familiares” —la niña mencionó que estaba triste porque su hermana se había independizado—. No hablaron más del tema. “Prefieren taparlo”, lamenta Montserrat. “Entre los padres también hay silencio, porque nadie quiere líos y menos aún meter a sus hijos en líos”.
El centro aseguró al resto de padres que el suicidio se debía a “asuntos familiares”
Pero entre las pruebas presentadas hay varias actas del colegio sobre reuniones de Montserrat con las profesoras de su hija. La primera, un año antes del suicidio, menciona “problemas de relación” con un grupo de alumnas y recomienda que Carla “no responda a las provocaciones” . La última, un par de meses antes del suicidio, reconoce el acoso de las expedientadas y añade: “Medidas a adoptar: Vigilar tema acoso de más alumnas de 2ºB”. “No puede ser que te vayas a trabajar pensando que dejas a tu hijo en un sitio seguro y pase algo así”, lamenta Montserrat. “¿Crees que ahora no hay otro niño sufriendo lo mismo que sufrió Carla?”, pregunta.
Sus abogados persiguen “un castigo simbólico” para las dos niñas expedientadas (tareas socioeducativas, reeducación) y responsabilidad civil para el colegio por pasividad y falta de diligencia. El día que Carla no apareció en el centro no avisaron a su madre. “Pasaron cuatro horas desde que salió de casa y la hora de la muerte”, dice Montserrat. “Podíamos haberla encontrado”.
Se burlaban de Carla por un ojo estrábico. Ella intentaba taparlo con el flequillo
Desde la Asociación contra el Acoso Escolar de Asturias (985 15 50 72), Encarnación García urge a los colegios a actuar ante el primer indicio. “Muchos docentes miran para otro lado y van ganando tiempo hasta que el acosado acaba por irse del colegio”. Según García, cada vez se dan más casos entre niñas y el acoso es más común en centros concertados y privados. En cuanto los padres perciben “algo”, aconseja registrarlo por escrito, contarlo en el colegio, ir al pediatra, pedir una inspección escolar y “evitar que vaya a más”.
El 11 de abril de 2013 llovía. Carla tuvo que cruzar, vestida de uniforme, todo Gijón para llegar al acantilado donde encontraron su mochila y su chaqueta. Faltaban su queridísima sudadera blanca y negra de corazones y su Blackberry (donde según una amiga, había dejado notas de despedida para su madre y su hermana). “Alguien tuvo que verla llegar hasta allí; necesitamos que hable”, repite Montserrat, convencida de que nunca se investigó bien el suceso.

http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/09/27/actualidad/1411839254_086464.html

California define qué es consentimiento sexual en una ley para frenar los abusos

Por primera vez, un Estado regula específicamente cuándo una relación es consentida, para acabar con las violaciones en el ámbito universitario


Jerry Brown, gobernador de California. / KEN JAMES (BLOOMBERG)
En una relación sexual, sí significa sí. Y todo lo demás no significa sí. Un silencio, una resistencia a medias, no se pueden interpretar como un consentimiento para tener relaciones, en ningún caso. Ese es el espíritu de una ley aprobada el domingo por el gobernador de California para intentar frenar los abusos sexuales en los campus universitarios. La ley obliga a cualquier institución universitaria que reciba fondos públicos a incorporar estos criterios a sus reglamentos y a tener servicios médicos y de orientación especializados para las víctimas.
El objetivo de la ley es eliminar cualquier ambigüedad, cualquier zona oscura de interpretación jurídica sobre si una relación es consentida o no. Si no hubo consentimiento expreso, una afirmación expresa, hay base para tratar el caso como una violación. Las autoridades de la universidad ya no preguntarán a la víctima si dijo que no con suficiente claridad, lo cual le traslada la responsabilidad, sino si dijo que sí.
Además, define expresamente que una persona inconsciente o dormida, o incapaz de comunicarse debido a una limitación física o mental, no puede dar su consentimiento. La ley descarta de plano que una situación de intoxicación por alcohol o drogas o un comportamiento provocador puedan ser utilizadas como argumento por el acusado. Y sobre todo, la ley SB967 hace que esos criterios sean obligatorios e iguales en todos los campus de California.
Los requerimientos mínimos para las universidades incluyen también tener programas específicos de atención a las víctimas y un protocolo unificado para actuar en estos casos, además de formación específica.
Varias víctimas piden al gobernador que firme la ley SB967, hace dos semanas.
 https://www.youtube.com/watch?v=2kxE6Co9B8g 
Según un informe de la Casa Blanca presentado el pasado enero, una de cada cinco universitarias en Estados Unidos ha sufrido algún tipo de agresión sexual. Solo el 12% lo denunció. En 2013, el Departamento de Educación de EE UU recibió 100.000 firmas pidiendo que intervenga para frenar la situación de desprotección en los campus, por prejuicios o falta de normativa clara.
“Son nuestras hijas, nuestras hermanas, nuestras sobrinas”, dijo tras la aprobación de la ley en el Legislativo hace un mes el senador Kevin de León, proponente de la misma. “Es responsabilidad de los hombres, especialmente, dar un paso al frente y hacer todo lo posible por cambiar es cultura, la cultura de la violación”.
La ley de California es la primera de este tipo en Estados Unidos. Según un recuento del diario Los Angeles Times, alrededor de 50 universidades del país, entre ellas las californianas UCLA, USC y Occidental Colllege, están siendo investigadas por la forma en que en que tratan las denuncias por abusos sexuales.
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/09/29/actualidad/1412012422_841155.html 

“Convertimos problemas cotidianos en trastornos mentales”


Catedrático emérito de la Universidad de Duke, dirigió la considerada 'biblia' de los psiquiatras

Allen Frances, el pasado septiembre en Barcelona. / JUAN BARBOSA
Allen Frances (Nueva York, 1942) dirigió durante años el Manual Diagnóstico y Estadístico (DSM), en el que se definen y describen las diferentes patologías mentales. Este manual, considerado la biblia de los psiquiatras, es revisado periódicamente para adaptarlo a los avances del conocimiento científico. El doctor Frances dirigió el equipo que redactó elDSM IV, a la que siguió una quinta revisión que amplió considerablemente el número de entidades patológicas. En su libro¿Somos todos enfermos mentales? (Ariel, 2014) hace autocrítica y cuestiona que el considerado como principal referente académico de la psiquiatría colabore en la creciente medicalización de la vida.
Pregunta. En el libro entona un mea culpa, pero aún es más duro con el trabajo de sus colegas en el DSM V. ¿Por qué?
Respuesta. Nosotros fuimos muy conservadores y solo introdujimos dos de los 94 nuevos trastornos mentales que se habían sugerido. Al acabar, nos felicitamos, convencidos de que habíamos hecho un buen trabajo. Pero el DSM IV resultó ser un dique demasiado endeble para frenar el empuje agresivo y diabólicamente astuto de las empresas farmacéuticas para introducir nuevas entidades patológicas. No supimos anticiparnos al poder de las farmacéuticas para hacer creer a médicos, padres y pacientes que el trastorno psiquiátrico es algo muy común y de fácil solución. El resultado ha sido una inflación diagnóstica que produce mucho daño, especialmente en psiquiatría infantil. Ahora, la ampliación de síndromes y patologías en el DSM V va a convertir la actual inflación diagnóstica en hiperinflación.
P. ¿Todos vamos a ser considerados enfermos mentales?
R. Algo así. Hace seis años coincidí con amigos y colegas que habían participado en la última revisión y les vi tan entusiasmados que no pude por menos que recurrir a la ironía: habéis ampliado tanto la lista de patologías, les dije, que yo mismo me reconozco en muchos de esos trastornos. Con frecuencia me olvido de las cosas, de modo que seguramente tengo una predemencia; de cuando en cuando como mucho, así que probablemente tengo el síndrome del comedor compulsivo, y puesto que al morir mi mujer, la tristeza me duró más de una semana y aún me duele, debo haber caído en una depresión. Es absurdo. Hemos creado un sistema diagnóstico que convierte problemas cotidianos y normales de la vida en trastornos mentales.
P. Con la colaboración de la industria farmacéutica...
No supimos anticiparnos al poder de las farmacéuticas para crear nuevas enfermedades
R. Por supuesto. Gracias a que se les permitió hacer publicidad de sus productos, las farmacéuticas están engañando al público haciendo creer que los problemas se resuelven con píldoras. Pero no es así. Los fármacos son necesarios y muy útiles en trastornos mentales severos y persistentes, que provocan una gran discapacidad. Pero no ayudan en los problemas cotidianos, más bien al contrario: el exceso de medicación causa más daños que beneficios. No existe el tratamiento mágico contra el malestar.
P. ¿Qué propone para frenar esta tendencia?
R. Controlar mejor a la industria y educar de nuevo a los médicos y a la sociedad, que acepta de forma muy acrítica las facilidades que se le ofrecen para medicarse, lo que está provocando además la aparición de un mercado clandestino de fármacos psiquiátricos muy peligroso. En mi país, el 30% de los estudiantes universitarios y el 10% de los de secundaria compran fármacos en el mercado ilegal. Hay un tipo de narcóticos que crean mucha adicción y pueden dar lugar a casos de sobredosis y muerte. En estos momentos hay ya más muertes por abuso de medicamentos que por consumo de drogas.
P. En 2009, un estudio realizado en Holanda encontró que el 34% de los niños de entre 5 y 15 años eran tratados de hiperactividad y déficit de atención. ¿Es creíble que uno de cada tres niños sea hiperactivo?
R. Claro que no. La incidencia real está en torno al 2%-3% de la población infantil y sin embargo, en EE UU están diagnosticados como tal el 11% de los niños y en el caso de los adolescentes varones, el 20%, y la mitad son tratados con fármacos. Otro dato sorprendente: entre los niños en tratamiento, hay más de 10.000 que tienen ¡menos de tres años! Eso es algo salvaje, despiadado. Los mejores expertos, aquellos que honestamente han ayudado a definir la patología, están horrorizados. Se ha perdido el control.
P. ¿Y hay tanto síndrome de Asperger como indican las estadísticas sobre tratamientos psiquiátricos?
R. Ese fue uno de los dos nuevos trastornos que incorporamos en elDSM IV y al poco tiempo el diagnóstico de autismo se triplicó. Lo mismo ocurrió con la hiperactividad. Nosotros calculamos que con los nuevos criterios, los diagnósticos aumentarían en un 15%, pero se produjo un cambio brusco a partir de 1997, cuando las farmacéuticas lanzaron al mercado fármacos nuevos y muy caros y además pudieron hacer publicidad. El diagnóstico se multiplicó por 40.
P. La influencia de las farmacéuticas es evidente, pero un psiquiatra difícilmente prescribirá psicoestimulantes a un niño sin unos padres angustiados que corren a su consulta porque el profesor les ha dicho que el niño no progresa adecuadamente, y temen que pierda oportunidades de competir en la vida. ¿Hasta qué punto influyen estos factores culturales?
Los seres humanos hemos sobrevivido millones de años gracias a la capacidad de afrontar la adversidad
R. Sobre esto he de decir tres cosas. Primero, no hay evidencia a largo plazo de que la medicación contribuya a mejorar los resultados escolares. A corto plazo, puede calmar al niño, incluso ayudar a que se centre mejor en sus tareas. Pero a largo plazo no ha demostrado esos beneficios. Segundo: estamos haciendo un experimento a gran escala con estos niños, porque no sabemos qué efectos adversos pueden tener con el tiempo esos fármacos. Igual que no se nos ocurre recetar testosterona a un niño para que rinda más en el fútbol, tampoco tiene sentido tratar de mejorar el rendimiento escolar con fármacos. Tercero: tenemos que aceptar que hay diferencias entre los niños y que no todos caben en un molde denormalidad que cada vez hacemos más estrecho. Es muy importante que los padres protejan a sus hijos, pero del exceso de medicación.
P. ¿En la medicalización de la vida, no influye también la cultura hedonista que busca el bienestar a cualquier precio?
R. Los seres humanos somos criaturas muy resilientes. Hemos sobrevivido millones de años gracias a esta capacidad para afrontar la adversidad y sobreponernos a ella. Ahora mismo, en Irak o en Siria, la vida puede ser un infierno. Y sin embargo, la gente lucha por sobrevivir. Si vivimos inmersos en una cultura que echa mano de las pastillas ante cualquier problema, se reducirá nuestra capacidad de afrontar el estrés y también la seguridad en nosotros mismos. Si este comportamiento se generaliza, la sociedad entera se debilitará frente a la adversidad. Además, cuando tratamos un proceso banal como si fuera una enfermedad, disminuimos la dignidad de quienes verdaderamente la sufren.
P. Y ser etiquetado como alguien que sufre un trastorno mental, ¿no tiene también consecuencias?
R. Muchas, y de hecho cada semana recibo correos de padres cuyos hijos han sido diagnosticados de un trastorno mental y están desesperados por el perjuicio que les causa la etiqueta. Es muy fácil hacer un diagnóstico erróneo, pero muy difícil revertir los daños que ello conlleva. Tanto en lo social como por los efectos adversos que puede tener el tratamiento. Afortunadamente, está creciendo una corriente crítica con estas prácticas. El próximo paso es concienciar a la gente de que demasiada medicina es mala para la salud.
P. No va a ser fácil…
R. Cierto, pero el cambio cultural es posible. Tenemos un magnífico ejemplo: hace 25 años, en EE UU el 65% de la población fumaba. Ahora, lo hace menos del 20%. Es uno de los mayores avances en salud de la historia reciente, y se ha conseguido por un cambio cultural. Las tabacaleras gastaban enormes sumas de dinero en desinformar. Lo mismo que ocurre ahora con ciertos medicamentos psiquiátricos. Costó mucho hacer prosperar la evidencia científica sobre el tabaco, pero cuando se consiguió, el cambio fue muy rápido.
P. En los últimos años las autoridades sanitarias han tomado medidas para reducir la presión de los laboratorios sobre los médicos. Pero ahora se han dado cuenta de que pueden influir sobre el médico generando demanda en el paciente.
R. Hay estudios que demuestran que cuando un paciente pide un medicamento, hay 20 veces más posibilidades de que se lo prescriban que si se deja simplemente a decisión del médico. En Australia, algunos laboratorios requerían para el puesto de visitador médico a personas muy agraciadas, porque habían comprobado que los guapos entraban con más facilidad en las consultas. Hasta ese punto hemos llegado. Ahora hemos de trabajar para lograr un cambio de actitud en la gente.
P. ¿En qué sentido?
R. Que en vez de ir al médico en busca de la píldora mágica para cualquier cosa, tengamos una actitud más precavida. Que lo normal sea que el paciente interrogue al médico cada vez que le receta algo. Preguntar por qué se lo prescribe, qué beneficios aporta, qué efectos adversos tendrá, si hay otras alternativas. Si el paciente muestra una actitud resistente, es más probable que los fármacos que le receten estén justificados.
P. Y también tendrán que cambiar hábitos.
R. Sí, y déjeme decirle un problema que he observado. ¡Tienen que cambiar los hábitos de sueño! Sufren ustedes una falta grave de sueño y eso provoca ansiedad e irritabilidad. Cenar a las 10 de la noche e ir a dormir a las 12 o la una tenía sentido cuando hacían la siesta. El cerebro elimina toxinas por la noche. La gente que duerme poco tiene problemas, tanto físicos como psíquicos. 
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