
Lo que en los adultos es un problema moderadamente importante, en los jóvenes es un problema grave.
Desde los años noventa hasta nuestros días se produjeron grandes cambios en los hábitos de consumo y se inventaron nuevas 'necesidades'.
La posibilidad de acceder a productos que antes disfrutaban sólo las clases más altas contribuyó al desarrollo de esta patología. El mercado crea necesidades a las que la gente responde sin cuestionarse. El 90% de las campañas publicitarias emiten mensajes del tipo “serás más feliz si compras este objeto”.
Si queremos ver el efecto que estas comunicaciones masivas causan en el público no tenemos más que ir a un Shopping un domingo por la tarde: las familias hoy eligen mirar vidrieras, comprar y deambular con los niños dentro de los centros de consumo. El acto de comprar se ha convertido en un pasatiempo.
Los fines de semana deberían fomentarse las actividades familiares al aire libre (si el clima lo permite) o en cualquier otro lugar donde el grupo pueda interactuar entre si, desarrollando juegos, compartiendo una buena película o bien conociendo lugares nuevos.
El hecho de internarse en un Shopping no sólo fomenta (tanto en adultos como en niños) el consumo compulsivo, sino que establece conflictos entre los miembros de la familia, los aleja y los empobrece espiritualmente, llevando lo material siempre al primer plano.
Sería ideal que los adultos organicen actividades de ocio no consumistas para los chicos ya que educarlos como consumidores responsables es una tarea que empieza en el hogar.
¿Qué lleva a una persona a convertirse en un shoppaholic?
. La insatisfacción personal, la sensación de tedio o aburrimiento y la falta de alicientes no consumistas.
. La depresión.
. La mayor aceptación de valores consumistas y la vulnerabilidad psicológica hacia los mensajes que relacionan el consumo con la felicidad, el éxito social y el prestigio personal.
. La atracción por los estímulos de consumo, como pasar el tiempo en hipermercados y grandes centros comerciales, ver publicidades, mirar vidrieras, entrar en comercios aunque sólo sea a mirar.
. El bajo nivel de autoestima y la desconfianza hacia las propias aptitudes o habilidades.
¿Cómo se detecta a un consumidor compulsivo?
. Aunque no necesite el objeto, es incapaz de dejar pasar una buena oferta.
. Hace gastos compulsivos por lo menos una vez por semana y luego se arrepiente.
. Compra cosas repetidas, pues olvida que ya las tiene.
. Deja las etiquetas en la ropa para poder devolverla o cambiarla.
. No usa las cosas que ha comprado y muchas veces ni siquiera abre los paquetes.
. Se endeuda abusando de sus medios de pago (tarjeta, cheques).
. No disfruta lo que ha comprado.
. Cuando se siente mal por cualquier motivo resuelve el tema comprando cosas sin preguntarse si las necesita.
. Se siente molesto cuando alguien le pregunta qué ha comprado y por qué y le llama la atención sobre sus gastos.
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